El vinagre es uno de los productos que se utilizan con mayor frecuencia en la cocina en España, puesto que se trata de un ingrediente básico en una amplia cantidad de recetas. Este es un líquido ácido que se produce a consecuencia de la oxidación del alcohol que contienen bebidas fermentadas como la sidra o la cerveza. Esto tiene que ver con la bacteria llamada acetobacter, que cuando actúa en presencia de oxígeno, hace que el alcohol pase a ser ácido acético.
El contenido de ácido acético del vinagre se encuentra entre un 5 y un 8%, por lo que las opciones de que en el proliferen microorganismos o bacterias es muy baja. Esto significa que el vinagre no caduca, por lo que no tiene fecha de caducidad.
No obstante, hay que indicar que la fecha de caducidad del vinagre debe tomarse de modo orientativo; y es que esta nos indica el momento en el que la calidad del producto comienza a bajar, pero se puede llegar a consumir incluso años después sin que ello suponga un riesgo para la salud.
Al igual que sucede con el azúcar, la sal y otros alimentos, el vinagre no caduca nunca debido a su composición en ácido acético. No obstante, para que se conserve en perfectas condiciones hay que mantener siempre el vinagre en un lugar seco y fresco, en el que se encuentre alejado de la luz proveniente de los rayos del sol.
Cómo conservar adecuadamente el vinagre
El vinagre, como ya hemos mencionado, no caduca, pero esto no quiere decir que no haya que tomar ciertas precauciones a la hora de mantenerlo en el hogar para que conserve todas sus propiedades. Para ello hay que tener en cuenta es de gran importancia cerrar bien la tapa del envase. La finalidad de esta acción no es otra que la de conseguir que no entren bacterias y tampoco insectos que puedan llegar a estropear el contenido del vinagre.
Uno de los aspectos más importantes para su conservación es evitar la incidencia de la luz de los rayos solares. Lo mejor es almacenarlo en la despensa, en un lugar fresco y seco. Si se quiere tener más a mano, como en una zona como la encimera, lo más indicado es que se vierta en una botella de cristal oscura.
Es necesario tener en cuenta que el vinagre tiene una gran sensibilidad al calor. Por este motivo no se debe guardar cerca de la vitrocerámica o del radiador de la cocina. Hay que tener en cuenta que elegir un lugar para conservarlo que sea lo más fresco que sea posible, eso sí, siempre y cuando no sea la nevera.
Una vez que pasa el tiempo, es normal que el vinagre se pueda enturbiar un poco, pero pese a ello no debe ser algo que sea un gran objeto de preocupación. Aunque esto ocurra, no quiere decir que sea un signo de que se ha estropeado, ya que el enturbiamiento tiene que ver con una fibra que se produce en el vinagre de manera natural. Para poder consumirlo en este tipo de casos, lo más recomendable es colarlo previamente para eliminar de esta manera su enturbiamiento.
Signos de que el vinagre está malo
Teniendo en cuenta las indicaciones anteriores no debería haber problemas con respecto al estado y durabilidad del vinagre, si bien conviene conocer los signos de que el vinagre está estropeado.
El vinagre tiene una vida útil casi infinita, tal y como se ha podido deducir a lo largo de diferentes investigaciones. De esta manera, el vinagre blanco no se estropea al conservarse por él mismo, sin requerir de refrigeración porque es ácido. De esta manera, durante largos periodos de tiempo, el vinagre blanco destilado permanece sin alteraciones. Esta variedad de vinagre se puede usar para cualquier tipo de finalidad y sin fecha de caducidad.
En lo que respecta al resto de categorías de vinagre, sí que pueden llegar a darse algunas modificaciones como es el hecho de que se cree una neblina, nubosidad, limo o alteración del tono en la botella de vinagre. No obstante, por norma general, se trata de modificaciones de tipo cosmético. Aquellas variantes que son aromatizadas, en función de los ingredientes que se añadan, se pueden sustituir en lugar de consumirse tras 5 o 10 años.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, aunque el vinagre puede contribuir a ampliar la vida útil de otros productos, no puede hacer que se prolongue de manera indefinida.
Un signo de que puedes estar ante un vinagre que no se encuentra apto para su consumo es cuando se aprecie que en su poso hay una especie de polvo o un aspecto empañado, que puede llegar a aparecer cuando se trata de un producto viejo. El sabor, por su parte, se puede ver ligeramente deteriorado con el paso del tiempo, aunque para ello tendrían que haber pasado al menos cinco años, algo debido a los componentes añadidos. En cualquier caso, nunca será no seguro para su consumo.
Si el vinagre se ha estropeado existen diferentes alternativas, debiendo tener siempre claro que existen algunos riesgos para la salud relacionados con los productos en mal estado. Por este motivo hay que tener siempre en cuenta las diferentes recomendaciones de seguridad alimentaria; y consumir los alimentos siempre antes de su fecha de caducidad en el caso de que dispongan de ella. Este no es el caso de un vinagre que no caduca.