“Cuando te entregan un premio a toda tu vida, cuando llegas a los 40, ¿no hay futuro? En la televisión, ¿ya se ha acabado todo? Yo veo a los hombres y es cuando les llegan los prime time, los late night...”.
No, no son palabras de Margarita Gayo, la protagonista de la primera novela de Màxim Huerta Que esa la última vez que me llamas reina de la tele en la que se mostraba como se puede llegar a tambalear la vida de una presentadora de televisión después de que le concedan el premio a toda una carrera.
Son palabras de la siempre pizpireta Paula Vázquez durante la entrega de los Premios Bodevil del Mundo del Espectáculo, celebrados en el Teatro Bodevil de Madrid, y en el que le tocó subir a recoger el galardón a su trayectoria televisiva. Lo que debía ser motivo de alegría, se convertía en una pesadilla.
“Yo voy a dedicar este premio a todos los que no tenemos trabajo, aquellos entretenedores como yo que buscamos una oportunidad y que siguen creyendo en el entretenimiento”, añadió la presentadora, que no perdió la oportunidad para tirarle la caña a uno de los bailarines del espectáculo.
No era la primera vez que la gallega se mostraba sincera y pedía trabajo. Hace apenas una semana también se dejaba ver en la fiesta de presentación del nuevo canal Non Stop People a pesar de no contar con invitación. Lástima que aquello sea un canal dirigido a jóvenes de entre 14 y 40 años.
Una falta de trabajo en la que tiene mucho que ver la clausula de objeción a hacer cierto tipo de programas. “Trabajé en Telecinco y no hice ningún programa sensacionalista. Mi perfil como presentadora está muy definido. En su momento me ofrecieron hacer un magacín por las tardes con María Teresa Campos como directora, pero lo rechacé”, comentaba en su día cuando Telecinco absorbió Cuatro. Anoche tampoco era el momento para recordarlo. En los discursos siempre hay que ser breves.
Las lágrimas de San Juan
Pero Vázquez no estaba ‘sola’ en esto de ‘atragantarse’ un premio. Le acompañó en la desdicha, Antonia San Juan, también premiada por su trayectoria profesional. Aunque en este caso nada tenía que ver la falta de trabajo.
Su drama, sus lágrimas, tenían otro motivo: su reciente separación del también actor Luis Miguel Seguí. “Perdonad que esté así, pero ya sabéis que están siendo momentos de cambio para mí”. Eran sus primeras declaraciones tras la ruptura. Breves, pero reveladoras.
Unas lágrimas que ocultaban el dolor que supone seguir compartiendo escenario junto a la persona con la que has compartido tu vida durante 16 años, unas palabras que escondían que el primer paso en esta separación no había sido dado por ella.