Mucho ha llovido desde que en 2004, Doña Letizia hiciera su primera aparición en el desfile de las Fuerzas armadas con falda y chaqueta burdeos como si fuera Fraulein Maria en Sonrisas y Lágrimas. En contraposición el año pasado en su primer desfile como reina nos sorprendió con un traje de tweed tipo trampantojo (abrigo por delante, vestido por detrás) que nos dejó conmovidos.
Con el paso de los años su majestad ha ido creciendo y no lo digo solo por su subida a los “taconassos” (como diría Peñafiel), sino porque ha ido dejando atrás aburridos vestidos, trajes y abrigos que aportaban más bien poco para dejarnos boquiabiertos con aires “fresquielegantes” más propios de una it girl que de una Reina.
No me quiero ni imaginar en qué grado de ebullición estarán las cabezas de la ex estilista de Cosmopolitan, Eva Fernández, que fichó para su secretaria personal, de su halagada peluquera Luz o la de la propia reina decidiendo si confiará en Varela, apostará por el socorrido Hugo Boss, deslumbrará con un nuevo Ricci o romperá con el protocolo establecido para así celebrar sus doce años de presencia en el palco de honor del desfile de las Fuerzas Armadas. Ahora llega el momento de hacer futuribles, me pongo en plan Rappel y espero dar en la diana…
El atuendo: Lo que tengo claro es que no va a volver a destacar por saltarse el protocolo y plantarse unos lindos pantalones por muy de Felipe Varela que sean como ya hizo cinco años atrás. Tirará de vestido con o sin abrigo, en función del frío que haga o de un clásico conjunto de chaqueta-falda.
El color es lo que más dudas me genera: ¿Será el blanco o el rojo el color elegido? El blanco es uno de sus colores fetiche, lo usa en grandes ocasiones. Tiró de él en su presentación como “la novia oficial” del príncipe ante los medios, en su boda, por supuesto, y en la proclamación de su marido como rey de España. Como alternartiva plausible el rojo es su apuesta segura, sabe que le sienta de maravilla. Mi único “pero” es que lo saca más a pasear por la noche o para grandes puestas de largo. A nadie se nos olvida ese Caprile con el que se presentó ante la realeza europea en la boda de Federico de Dinamarca, aunque también optó por él en la Pascua Militar de 2010 en horario diurno.
Por tanto, entre blanco y rojo, me quedo con el primero. Como en su debut como soberana no lo utilizó porque quizás a pocos meses desde su entronización le pudo parecer excesivo, no descarto que lo haga ahora que ya se siente super asentada en su papel de reina. Sería un golpe de efecto para volver a decir: “Aquí estoy yo”.
Peinado: Se las tendrá que apañar con su corte Bob, a no ser que se plante unas “realísimas” extensiones y ese sea el top en el hit parade de la fiesta. La buena de Luz sabrá qué hacer; uno de sus alabados recogidos, melena al viento ultra-alisada, unas favorecedoras ondas… Me quedo con el pelo suelto por aquello de que es un acto de día y querrá aportar aire fresco a tanto protocolo.
Zapatos: De esto sabe mucho Leticia. Sus estilismos nos han podido dejar más o menos indiferentes en estos 12 años de Fiesta Nacional, pero sus zapatos siempre han dado juego. Comenzó por unos tímidos salones, que fue cambiando por las plataformas para seguir con los peep toes que dejaban entrever su cuidada y colorida (normalmente en rojo) pedicura. Fuera del evento que nos concierne, en cuestión de zapatos es atrevida y con ellos busca dar su golpe de efecto. Me vienen a la mente las últimamente comentadas sandalias romanas de Uterque o los de cenicienta que lució en la comunión de la Infanta Leonor. Lodi, Prada, o Hugo Boss tienen el privilegio de calzarla, pero apuesto por la españolísima y “asequible”(a partir de 250 euros el par) Magrit para esta ocasión.
Complementos: Las gafas de sol serán sus aliadas si el día resulta soleado. Ray Ban o Carolina Herrera sus preferidas. ¿Recordáis el modelo Aviator en color azul de hace ya unos años? De su indumentaria nadie se acuerda pero de esas gafas de sol… En cuanto a sus bolsos o joyerío no hay mucho que decir, carteras de mano, bomboneras, pendientes discretos, normalmente perlas…Me encantaría que se marcara un look tipo Máxima de Holanda y luciera unos súper pendientes de Coolook, en plata para no ser muy ostentosa pero con esas piedras inconfundibles de miles de colores, como ya lo hiciera este verano en Palma, en la recepción del palacio de la Almudaina. Y así de paso se aleje de sus aires mínimal.
Y las niñas… Teniendo en cuenta que lo que más les apetecería en un lunes festivo sin cole sería jugar con la caravana de la Barbie, en su segundo desfile como Infantas de España mi apuesta es que aparecerán en escena con un atuendo que no distará mucho del que lucieron el año anterior. Posiblemente enfundadas en vestidos de la firma gallega Nanos con bailarinas a juego nos volverán a enternecer con sus caras de asombro, sus risas disimuladas cuando pase la cabra de la legión y su perfecto saber estar en todo momento. Se aceptan apuestas, porque como diría Mecano “La fiesta nacional acaba de empezar……”