11:00 a.m. Fiesta Nacional. Un Rolls Royce y un Mercedes último modelo aparecen en la Plaza Cánovas del Castillo (Madrid). Del coche inglés se bajan los Reyes, del alemán sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Las matrículas reales con la correspondiente corona en el centro sobre fondo granate carmesí 'coronan' los primeros movimientos en el Día de la Hispanidad.
Los diseñadores elegidos son los mismos que el año pasado. No ha habido variaciones en ninguna de las protagonistas reales. Doña Letizia ha lucido un Felipe Varela de la colección otoño-invierno. El vestido muy otoñal aunque en Madrid luce el sol y la temperatura no sobrepasa los veinte grados. Compuesto por una chaqueta y vestido en doble crepe de lana azul marino con cinta en terciopelo azul noche. Sostenía clutch en piel metalizada azul Prusia con ribetes en cristal de Swarovski. El largo de la falda un poco por debajo de la rodilla y con una chaqueta que permitía algo más de holgura que el año pasado. Moño y pendientes azul celeste de aguamarina como únicos accesorios. Los pendientes muy vestidos eran de Bulgari.
El color escogido por doña Letizia para su Felipe Varela no ha sido casual. El azul azafata es el color del estandarte del Escudo de Armas de su suegro, Don Juan Carlos. Los puristas lo denominan el color del 'Escudo de Armas'. Parecido pero menos llamativo que el damasco carmesí del escudo de su marido.
El rey Felipe VI ha portado con rigor el uniforme de Marina. En el 2014 eligió el uniforme del Ejército del Aire. Tal y como obliga el cumplimiento de la rotación en los trajes de gala del Rey.
Las niñas entonadas se bajaron del coche oficial raudas y decididas. Lo que denotó algún traspié en el protocolo. La Infanta Sofía saludaba a su padre el Rey y se olvidaba de Rajoy. El Presidente les esperaba a pie firme en mitad de la madrileña Plaza de Neptuno, tal y como dicta el protocolo. Como es costumbre, Doña Letizia comentaba y dirigía a sus hijas a cada paso, dictándoles su cometido por momentos. Poco después comenzaba el saludo de las niñas a las altas instituciones del Estado. Su madre les contaba uno por uno su nombre y el cargo que ostentan.
Las niñas iban conjuntadas con sendas trenzas laterales y tonos similares. Mismos trajes y chaquetas a juego. Nanos firmaba los total looks de las infantas. La Princesa Leonor lucía un vestido de Nanos valorado en 159,90 euros. El vestido de chachemires portaba una cinta rosa que acaba en un pompón del mismo color que dejaba entrever en su chaquetita, también de Nanos. Los pantys y las bailarinas sincronizaban a la perfección con el vestido.
La Infantita Sofía, quizá algo más desvaida, con vestido de topos gris oscuro de topos blancos y ribeteado por encaje. Pantys y bailarinas también a juego. Chaquetita beige de Nanos. Algo más discreta que su hermana.
El día no ha terminado y al besamanos asistirán los Reyes. Algo más corto que en años anteriores.