Nada hacía presagiar el triste final de una pareja de película. Y sobre todo de series. Fernando Cuervo se ha mudado a un piso cercano al que compartía junto a la también actriz Ana Milán, en el que ambos vivían junto a sus dos hijos y la mascota. La revista Semana recuerda en páginas interiores las declaraciones de Ana en pleno matrimonio: "Nos llevábamos muy bien, incluso cuando nos llevamos muy mal. Sabemos discutir. Yo soy más social y Fer es la alegría de la casa".
La actriz se dio a conocer al gran público como chica CQC. Sus gafas y porte serio siempre precedían a comentarios sarcásticos hacia famosos, con las consiguientes risas aseguradas. El triunfo del espacio de entretenimiento, gozó de elevadas audiencias que dieron pie a intervenciones en series como Cámera Café o la limpiadora enrollada de Yo Soy Bea.
Ambas series de Telecinco y con audiencias desorbitantes en una franja horaria precisamente alejada de estas. Por su parte Fernando Cuervo, el hermano de Cayetana Guillén Cuervo, ha intervenido en Sin Tetas no hay paraíso, Isabel y los Misterios de Laura. Los derechos de esta última fueron comprados para ser emitida en Estados Unidos, lo que constituye uno de los grandes logros de la ficción española.
La actriz no ha sido afortunada en el amor. Su relación con el ex baloncestista Juan Antonio Corbalán se disolvió meses antes de llevar a cabo su boda. Además, Milán tuvo a su hijo Marco con el cantante Paco Morales. Siete años más tarde rompían. Por su parte el hijo de Gemma Cuervo -famosa actriz que borda su papel de loca en series de éxito como La Que Se Avecina o Aquí No Hay Quien Viva- aportaba otro hijo a la relación.
En declaraciones a Semana ambos destacaban el gran papel que tenían sus hijos para su vida en familia. Hace apenas dos meses, la pareja disfrutaba junto a su hijo Manuel de unos días de vacaciones en Disney. Además, el matrimonio llegó a celebrar una reboda en señal del amor que seguían profesándose uno por otro.
Ana y Fernando se habían conocido en el teatro cuando el actor apenas contaba con 18 años. Años más tarde la obra Wilt, interpretada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, consiguió unirlos. Pero el amor, a veces, es caprichoso. Les deseamos lo mejor en la nueva etapa que se abre en sus vidas.