Un amigo me envió este martes el enlace al blog de Mirian, una joven de 22 años de Lugo (Galicia). Lo leí con detenimiento, y mentiría si no dijera que lloré y reí por igual. Puede parecer contradictorio, pero si le echan un vistazo, sobre todo a los vídeos, se sorprenderán. ¿Sabes Mirian que hay actrices y celebs a las que les pagan una pasta por hacer vídeos educativos o promocionales y no sonríen ni de lejos como lo haces tú? ¿Sabes que no son felices, a pesar de que medio planeta las desea, pero ellas no alcanzan a sentir? ¿Sabes cuánta gente cobarde se queda sin vivir la felicidad por el qué dirán o el miedo? ¿Sabes que hay gente que no es feliz, a pesar de tenerlo todo en la vida? Y, ¿sabes que la gente más feliz que conozco, no tiene casi de nada, pero es como si lo tuviera todo?
“Quiero pasar los días de mi vida sonriendo, algo sin lo que no sé vivir. Y esto, aunque lo he hecho desde siempre, me lo ha recordado y remarcado el cáncer”. Mirian ha tenido varios tumores, cuatro. Número que lleva tatuado y que ahora no le va a quedar más remedio que actualizar, ¿no? Me encanta que hayas bautizado a los tumores como 'cabroncetes'.
¿Sabes que hace trece años me tocó convivir con la quimio, la radioterapia, los parches de morfina y un cabroncete? Alguien muy importante para mí y joven como tú también luchó en ese batallón. ¿Sabes que fue uno de los años más maravillosos de mi vida? ¿Sabes que nos disfrazábamos en el hospital dónde estuvimos meses y meses ingresadas, pasábamos las noches viendo películas clásicas y yo compraba zapatillas de animales grandes horteras para ir cómodas por la habitación?
Los fines de semana comprábamos nuestros pasteles y comida favoritos y nos los comíamos a escondidas. Preparábamos pócimas mágicas para los días post-quimio, donde todo te sabe a metal. Nos tocó escoger pelucas, nos íbamos de tiendas a mediodía cuando no había nadie, para estar cómodas. Te advierto que no había día que no fuéramos ideales, hasta customizamos los camisones azules.
Tuvieron que llegar las Navidades para que me diera cuenta de que lo más importante en fechas así era que pudiéramos estar juntas y darnos un brazo y reírnos. Aquel año, ella me hizo el mejor regalo que podía hacerme: decirme lo importante que era tenerme a su lado. Lo que no sabía ella era lo importante que era para mí haberla tenido yo a ella y lo mucho que aprendí de esa experiencia para toda la vida.
A veces, cuando gente que no tiene de qué quejarse lo hace, siempre le digo lo mismo. ¿Por qué no te das una vuelta por algún hospital cercano? Cuando salgas seguro que tendrás respuesta a esos problemas frívolos y sin sentido que nos encanta a los humanos recrear.
La Vida, como tú dices, es preciosa. Y lo es aún más sabiendo que hay profesionales "como tu doctora Amor o el valiente y brillante cirujano torácico", a los que agradeces tantas cosas en tu blog. Desde este humilde blog de la que suscribe, quiero rendirte mi más sincero homenaje, a ti y a ellos. Ya hemos intercambiado varios mails y seguiremos haciéndolo. No dejes de leer nuestra sección Jaleos, que eso siempre entretiene. Además, a ti te deben parecer noticias de ciencia ficción (ja,ja, ja).
No dejes de ser tú, aunque como bien dices en tu ultimo post, a veces es imposible. Sonríe, porque cada vez que tú lo hagas, contagiarás a los de tu alrededor. A ellos, a tus padres, a tus amigos, que deben sentirse orgullosos de tus valores, que son un reflejo de lo que ellos te han aportado.
PD: Me encanta el mar y escribir tanto como a ti. Nos leemos y nos vemos una noche mirando hacia las estrellas. Tú eliges: el Mediterráneo o el Cantábrico. Queda mucha vida.