Después de la huida de Bruno Delaye (el antiguo embajador de Francia en nuestro país), la escena social madrileña se quedaba huérfana por la significativa ausencia del diplomático. El disgustó no duró mucho ante la elección de James Costos por Obama como embajador de Estados Unidos.
Un sinfreno de eventos, posados en tabloides de referencia, visitas hollywoodienses como la de Gwyneth Paltrow y recepciones a la mismísima Anna Wintour ante el establishment patrio conforman su paradigma social.
El americano no pudo dejar pasar Acción de Gracias celebrando dos cenas. La del miércoles (un día antes del verdadero Thanksgiving) fue "para los estudiantes y empresarios que representan con orgullo el futuro de España... Todos celebran la tradición de Acción de Gracias y juntos disfrutan del espíritu de compartir y dar entre nosotros", tal y como narraba el embajador en su cuenta de Instagram. Otra de las anfitrionas -que repetiría al día siguiente- fue Arianna Huffington, la griega cofundadora del tabloide homónimo.
La segunda cena fue para "su familia y amigos", distribuidos en dos mesas. En la presidida por Costos se sentaban también la alcaldesa Carmena (junto al ministro de Asuntos Exteriores de Andorra, Gilbert Saboya Sunyé), Richard Gere y su novia Alejandra Silva, Javier López Madrid (el controvertido marido de la única hija de Villar Mir), David Jiménez (director de El Mundo), José María Robles Fraga (exembajador en Rusia y Pakistán, actualmente encargado de las relaciones internacionales del Banco Santander), Félix Sanz Roldán (director del CNI) y Pedro J. Ramírez (director de EL ESPAÑOL).
La mesa contigua estaba encabezada por Michael S. Smith, el marido del embajador y decorador oficial de Michelle Obama. En ella celebraron el día familiar más importante de los Estados Unidos Alfonso Díez, Alicia Koplowitz, Óscar Fanjul (embajador de Canadá), Carolina Irving (editora de Elle Décor) y Agatha Ruiz de la Prada.
Todos pudieron degustar la crema de cacahuete y el típico pavo relleno cocinado por Byron Hoogan, el chef de James Costos que bien podría encarnar a Catherine Frot en La cocinera del presidente. Los afortunados invitados disfrutaron toda la velada de una exquisita banda de jazz.
La embajada de Serrano cuenta con obras Antoni Tàpies, Saura o Philip Guston que todo el público que lo desee puede ver con una petición a través de las redes sociales o por correo electrónico -una vez más el embajador abre las dependencias a los ciudadanos-.
El cuadro más significativo, que presidió la cena en las dependencias estadounidenses, era Retrato del cocinero de George Washington de Gilbert Stuart y que pertenece a la colección Thyssen-Bornemisza. El personaje representado es un esclavo llamado Hércules, que trabajó en las cocinas del primer presidente de EEUU y al que éste le concedió la libertad en 1801.