La Reina se emociona con la historia del juez con discapacidad
Doña Letizia ha entregado los premios 'Foro Justicia y Discapacidad' en los que ha pedido que se mire a los discapacitados sin prejuicios.
2 diciembre, 2015 00:26Doña Letizia llegaba a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando puntual a las 13 horas para presidir la octava edición de los premios Justicia y Discapacidad creados por el Consejo General del Poder Judicial.
Fue recibida en el patio de la entrada por el Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes y el ministro de Justicia, Rafael Catalá. La Reina eligió un conjunto de tres piezas muy sobrio y elegante. Falda corta de rayas por encima de las rodillas, que combinó con una chaqueta negra ceñida y blusa blanca de cuello alto. La ocasión no requería complementos y acertó apostando por la sencillez.
Cuatro han sido los galardonados en esta edición; El magistrado Juan Carlos Iturri, Seguros Pelayo, Solidaridad Digital y Plena Inclusión España. Pero el testimonio que más ha emocionado tanto a la monarca como al resto de asistentes ha sido el de Juan Carlos Iturri. Este magistrado distinguido por su trayectoria personal y profesional, ingresó en la carrera judicial en 1985. Once meses después, el 16 de diciembre de 1985, se cruzó en su camino una placa de hielo cuando se dirigía a su juzgado. Tenía 25 años y su cuerpo quedó atrapado en el amasijo de hierros en el que se convirtió el coche que conducía.
Este vasco de nacimiento y navarro de adopción, no se rindió e hizo acopio de toda su fortaleza física y mental. Su novia Lourdes, permaneció en todo momento a su lado y se casó con él en 1987. La vida de Juan Carlos no se puede entender sin ella, una mujer excepcional, cuyo coraje y capacidad de amar han sido decisivos en la vida del galardonado. Ambos son padres de tres hijos. El magistrado fue ovacionado tanto cuando recibió el premio de manos de la Reina como cuando dedició unas palabras de optimismo y de agradecimiento a su familia, allí presente. Un momento inolvidable tras 30 años de profesión intachable y de una dura tarea en ayuda a las personas con discapacidad. Toda su trayectoria vital es un canto a la esperanza.
"Gracias por cambiar las cosas, por demostrar que es posible hacerlo, que se puede mejorar, que hay una manera de que seamos más justos,más solidarios, más comprometidos, de forma real", quiso destacar la monarca en un discurso.
Y como de costumbre, quiso mostrar que se implica en lo que hace, y recomendó a los presentes que visitaran la página web del diario Solidaridad Digital, dónde vio un vídeo en el que se plantea un 'juego', en el que padres y niños deben imitar las muecas de unos adultos entre los que hay una persona con discapacidad. Los niños reaccionan igual ante todos, los padres, no.
Tras el acto, los asistentes disfrutaron de un cóctel, en el que la Reina mostró su cariño y se interesó por muchos de los discapacitados y sus familias allí presentes. Este martes en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, hasta las esculturas tenían una mirada integradora.