Dieciocho imputados, entre ellas la infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín, se sentarán este próximo lunes en el banquillo como acusados en el juicio por el caso Nóos. Una sala que se ha habilitado en las dependencias de la Escuela Balear de la Administración Pública de Palma de Mallorca.
Mucho nombre de mujer se va a escuchar durante este proceso. La principal protagonista junto a su marido es Cristina de Borbón y Grecia. Es la primera vez en la historia de España que un miembro de la Casa Real se sienta en el banquillo. En abril de 2013 el juez del caso la imputó, pero la decisión fue paralizada por la Audiencia Provincial de Palma. En enero de 2014, volvió a ser imputada por delito fiscal y blanqueo de capitales. El 8 de febrero de 2014, Doña Cristina declaró ante el juez Castro en los Juzgados de Palma de Mallorca.
Cristina declaró durante seis horas en los Juzgados de Palma. Salió más sonriente de lo que entró. "No sé, no conozco, no recuerdo, no me consta", fueron sus respuestas más repetidas. Tal y como publicaba esta semana Ana Romero en El Español, Cristina lo está pasando muy mal porque se siente abandonada por su familia. Este escándalo la obligó a refugiarse en Ginebra con su marido y sus tres hijos en agosto de 2013. Su intención es no volver a España. Este lunes todas las miradas estarán puestas en su rostro, su indumentaria, sus gestos… Se sentará en la sala justo al lado de la prensa acreditada en el interior. Una situación, que a buen seguro le provocará cierta incomodidad.
Samantha Romero, Eleonor Moyà y Rocío Martín, son las tres magistradas que forman el tribunal que juzgará el caso. Samantha presidirá el tribunal por ser la más antigua en la carrera judicial de las tres. Tiene 43 años, natural de Palma, madre de tres hijos.
Tiene un estilo discreto y elegante. Su entorno profesional la define como una juez de talante moderado. La magistrada Leonor Moyá, madre de dos hijos y sus compañeros. Todos la definen como una persona aguda y una de sus cualidades es que en sus sentencias no deja nada sin especificar y aclarar. La concienzuda Rocío Martín, magistrada experta en corrupción. También es mallorquina, tiene dos hijos. Aunque ella no se ha pronunciado ideológicamente, su padre es un conocido miembro de Izquierda Unida en la isla.
La abogada Sandra Gómez, con 30 años, ha sido la encargada de llevar el caso por parte del PSPV (Partido Socialista del País Valenciano). Afiliada a las juventudes socialistas desde los 18 años. Concurrió en las últimas elecciones como número dos en la lista del PSPV al Ayuntamiento de Valencia. A raíz de su popularidad por el caso Nóos le llegaron ofertas de Madrid para incorporarse a grandes despachos, pero ella ya había abierto en Valencia el suyo. Actualmente es la Concejala de Protección Ciudadana del Ayuntamiento de Valencia.
Viriginia López, vallisoletana de nacimiento, es la abogada más mediática del caso. Representa al sindicato Manos Limpias. Con 41 años ha conseguido poner en jaque a la monarquía. Fundadora del despacho López-Negrete & Ospina Abogados.
Ana Mª Tejeiro, esposa de Diego Torres fue imputada por el juez Castro en 2011. Es una niña bien de Barcelona, que ha vivido su declive social recluida en su casa de la que apenas sale desde que estalló el caso. Abandonó sus estudios por seguir a su marido. Tiene dos hijos, una niña y un niño. Tuvo que cambiar a sus hijos de colegio por la presión mediática. Su defensa alegó que desde que estalló el caso, vive por debajo de la dignidad, al tener las cuentas embargadas y no encontrar trabajo. Hay expectación por verla este lunes.
Su marido ha envejecido su aspecto en los últimos meses. En una entrevista concedida a 'El Objetivo' de Ana Pastor y que La Sexta emitirá este domingo, aparece irreconocible, con unas gafas ahumadas y el pelo más largo. A partir de este lunes, todas estas mujeres, van a dar mucho que hablar.