La cantante se acaba de comprometer con James Parker, al que conoció hace un año en la estación de esquí de Aspen. Su todavía novio es la cuarta fortuna de Australia, según Forbes. Su padre, ya fallecido, era la primera y estaba considerado como el mayor magnate de la comunicación, algo así como el Rupert Murdoch de Oceanía. Mariah aportará 300 millones de euros, mientras que el billonario James Parker pondrá 3.100 millones sobre la mesa, fortuna que amasó gracias al canal de noticias Nine. Carey cantó en la exclusiva fiesta de fin de año en el Casino de Melbourne, propiedad de su novio, ante la exclusiva clientela y en presencia de su casi ya suegra.
Poco después, su futuro marido hincó la rodilla en el restaurante Eleven Madison Park de Nueva York con el anillo de 35 quilates. Mariah muestra con orgullo su pedrusco sin poder ocultarlo entre los escotes y ceñidos vestidos en los que se embute.
No es el primer regalo ostentoso que recibe la cantante. Su anterior marido Tommy Mottola, que está casado con Thalia, sorprendió a Carey con un deportivo valorado en 200.000 euros. El pasado verano se vio a la caprichosa diva con un collar de brillantes, en forma de fino corazón, que le había entregado su futuro esposo. Costaba la friolera de 400.000 euros. Dos meses antes le había entregado unos pendientes de diamantes. La diva más Disney, navideña y sensual que jamás haya existido no podía conformarse con otro tipo de relación.
A lo Elizabeth Taylor la artista no se deja engatusar por cualquier minucia. La futura boda de Mariah con su rica pareja promete, no solo por los regalos recibidos sino porque en su boda con Mottola se gastó cinco millones de euros. Aquella fastuosa boda estuvieron como invitados Barbara Streisand, Bruce Springsteen y Robert de Niro acompañados por 50 niñas de cortejo como damas de honor.
Para Mariah y James será la tercera boda con la que formarán una familia numerosa con los dos hijos que la cantante aporta de su relación con el rapero Nick Cannon, más los tres de James.
Mariah seguirá residiendo en el Hotel y Casino Caesars Palace, un resort superlativo de 3.349 habitaciones divididas en cinco torres y en el que se llegó a celebrar el Gran Premio de Las Vegas de Formula 1, mientras prepara su próxima gira mundial de espectáculos.