Los mensajes entre Kanye West y su ex novia no pueden ser más fuertes. La stripper Amber Rose fue pareja del rapero mientras el cantante se veía con Kim Kardashian, lo que desencadenó el fin de la relación. "Yo no hago esa clase de mierda", contestaba, vía Twitter, Kanye a su ex novia a la anterior pregunta de Amber: "¿Estás triste porque ya nadie va a jugar con tu agujero del culo nunca más?", mientras la rapada (¿y despechada?) ex novia compartía el emoticono del dedo en alto.
Lo cierto es que Amber jugó con el doble sentido de 'fingers being up his ass' que es una frase hecha estadounidense que tiene doble sentido que puede tomarse como 'ser un repelente'. No ha sido la única pelea que ha combatido esta semana, siempre con la redes sociales de por medio, Kanye. Poco después se enfrentaba al padre del hijo de su ex, también rapero de éxito, aunque más extremo que Kanye. Wiz Khalifa acusó a Kanye de plagio al cambiar el nombre de su disco por el título del disco que va a lanzar: "Toma este KK y sé tú mismo". KK es un porro de maría en Estados Unidos, pero Kanye se lo tomó como una afrenta a las iniciales del nombre de su mujer.
"Estoy muy emocionada. He bajado 13 kilos y me faltan 18. Estoy muy enfocada. Les mostraré mis ejercicios en mi app y mi plan de alimentación Atkins", explica la socialité en sus redes sociales ante un nuevo plan de adelgazamiento. A 400.000 euros el tuit, nunca fue tan gratificante adelgazar.