"Todos somos naranjas completas y que lo que buscamos es a otra naranja completa que nos complemente. Se trata no de necesitar, sino de querer a la otra persona", así comienza la sesión de Remedios Gomis, love coach con más de veinte años de experiencia.
Además de desmontar el mito de la media naranja, hay que tener claro que enamorarse no es una cosa que simplemente sucede, sino que hay que trabajárselo. Si aceptas estas condiciones estas preparado para poner en práctica su método eficaz y sencillo basado en ocho pasos para encontrar a tu perfect match. Lo tienes a tu alcance en 'All you need is love' (Ed. Planeta).
Una pareja ideal debe tener: buena comunicación (expresar sentimientos, pensamientos, necesidades), tolerancia (nada es de color de rosa, ni todos los días son buenos, habrá discusiones y es bueno saber hablar sobre ello y solucionarlo, no salir huyendo a la mínima de cambio. Es bueno a veces ceder y llegar a acuerdos), afinidad, nivel cultural (este es un aspecto que influye mucho en el éxito de la relación), compromiso (se debe adquirir un cierto nivel de compromiso, no sólo a nivel personal y con la pareja sino también con la relación. Es necesario saber hasta dónde se está dispuesto a llegar).
Puede que el motivo por el que no encuentras pareja es por el nivel de expectativas. "Hay que abrirse y dejarse sorprender. A menudo es el pasado el que nos impide encontrar pareja y sobre todo los miedos. Estos pueden llevarnos a malinterpretar ciertas acciones y acabar por romper una relación sin un motivo grave que lo justifique", explica la coach.
“El miedo es el peor consejero en el amor”. A lo largo del manual se puede averiguar qué pasa con las personas individualistas, aquellos que por una parte quieren pareja y, por otra, no. Hay personas que no están preparadas para la vida en común y son incapaces de adquirir un compromiso.
Al principio del libro se proponen preguntas a modo de diagnóstico previo y al final un test que te da pistas sobre tu carácter y lo que buscas en una pareja. “Hay que dejar trabajar al corazón, ¡pero siempre bajo la dirección de la cabeza!”, ese debe ser el lema.