El ambiente en territorio patrio es irrespirable. En medio de la segunda ronda de contactos auspiciada por el Rey a la búsqueda del que será Presidente de Gobierno, el cocinero Julius ha sido expulsado de Gran Hermano Vip, la reina nos obsequia con escasas apariciones públicas en las que repite aburridos estilismos mientras su cuñada la infanta Cristina permanece en el banquillo de los acusados y del pequeño Nicolás, nueva estrella de Telecinco, ahora se dice que ha ganado en las tres últimas semanas más pasta que Rajoy en un año gracias a su nueva profesión como ex concursante de realitys. Lo dicho: Irrespirable.
Al otro lado del charco los aires no están menos revueltos y el despiporre reina entre estrellas del pop que sueñan con ser coronadas princesas y miembros de la familia más mediática de la tierra del tío Sam que juegan a exhibir su vida en Internet con ínfulas de normalidad.
El discreto clan Kardashian, no contento con la emisión de su vida en directo en el show Keeping up with the Kardashian ha decidido hacer de Instagram su boletín oficial de dimes y diretes. El único varón de la familia, Rob, parece haber superado sus problemas de autoestima por sobrepeso echándose una novia cuyos kilos de silicona en el cuerpo superan y con creces a los que las mujeres de su familia lucen sin compasión. Se trata de la modelo Blac Chyna, o lo que es lo mismo la versión rubia teñida de su hermana Kim.
Una foto de la nueva pareja en su red social ha bastado para que la guerra entre hermanos estalle. La nueva conquista siliconada de Rob resulta ser la ex mujer del rapero Tyga. Hasta aquí todo normal (tras una ruptura surge una nueva relación), pero lo curioso del tema es que Tyga es la actual pareja de la pequeña del clan, Kylie Jenner, quien parece ser que no se ha tomado nada bien que su hermano se refugie en el botox de la ex de su actual novio…Un follón novelesco del que la famosísima Kim escapa publicando una imagen de su hija en su vestidor repleto de juguetes desordenados para ver si con la fotografía se da algún signo de normalidad dentro de la familia.
A la orden del día que digamos tampoco están los cascos con los que Rihanna ha aparecido esta semana. Como una reina se ha tenido que sentir la cantante de Barbados portando unos auriculares, con forma de corona, de oro con cristales de Swaroski y perlas incluidas. Un modelo que lejos de encontrarlo en la tienda de electrónica del barrio se encuentra entre las creaciones que la firma italiana Dolce&Gabanna presentó en marzo durante la semana de la Moda de Milán y cuyo valor ronda los 9.000 dólares. Muy de estar por casa su diseño y también su precio. Mucho menos accesibles que su último trabajo Anti, que ha visto la luz estos días y que durante una semana podrá ser descargado de forma gratuita en la plataforma digital Tidal.
Post data: Aunque Rihanna muestre su lado más transgresor obsequiando a sus fans con su nuevo disco temporalmente gratuito y luciendo diseñazo en sus auriculares, la cantante Rita Ora se le adelantó hace meses presumiendo en Instagram de cascos… ¿A quién le quedan mejor?