Atrás quedaron los momentos emotivos en los que los actores ya actrices les dedicaban el premio entre lágrimas de emoción a las personas más importantes de sus vidas. Bien sus padres o sus parejas.
La 88ª edición de los Oscar no ha dejado discursos para la historia, ha sido muy sosa en ese aspecto. Esta noche los actores de Hollywood se la han tomado libre y se han interpretado a sí mismos.
La actriz sueca Alicia Vikander no le ha dedicado el Oscar como mejor actriz secundaria a su novio, el actor Michael Fassbender, también nomidado al Oscar al mejor actor, que no se ha llevado el galardón. Sí le ha dado un beso antes de subir al escenario a recoger la preciada estatuilla.
La ganadora del Oscar a la mejor actriz, Brie Larson, ha sido la única que se ha acordado de su novio a la hora de agradecer el premio. El cantante de rock californiano Alex Greenwald, vocalista de la banda Phantom Planet le acompañaba en el Kodak Theatre. "Los dos compartimos un gran amor por el arte y por la historia, especialmente por el Renacimiento", declaró hace unos días.
Ellas han puesto el poco romanticismo a la gala. Leonardo DiCaprio, del que todos esperábamos una declaración de amor a su madre en toda regla, también nos dejó con las ganas. De pasada dio las gracias a sus padres, en plural. Aprovechó su momento de gloria para reivindicar la conservación del medioambiente y que nos tomemos en serio lo del cambio climático. Y eso que en la alfombra roja revivió una de sus mejores escenas la de Titanic junto a su amiga Kate Winslet.
Tampoco el mejor director de cine, Alejandro González Iñárritu, se acordó del gran amor de su vida, su mujer María Eladia, con la que lleva 20 años. A esta estilosa diseñadora gráfica le dedicó la película 21 gramos. Al final de la cinta se puede leer "A María Eladia, pues cuando ardió la pérdida, reverdecieron sus maizales". Hoy le ha dado un beso de película antes de subir a recoger el Oscar.
Siempre nos quedarán las palabras de un reservado Javier Bardem, a quién la emoción del premio al mejor actor en el Festival de Cannes le hizo pronunciar estas palabras: "Quiero compartir esto con mi amor, con Penélope, por lo buen ser humano que es, es un regalo, mi regalo, es mi presente y mi futuro, gracias, te quiero", confesó el actor entre los aplausos de los presentes. Sin duda, fue el momento más emotivo y romántico de esa gala.
O la oda a la familia que hizo el actor Matthew McConaughey cuando ganó en 2014 el Oscar al mejor actor por Dallas Buyers Club.
O Eddie Redmayne que en su emotivo discurso, se acordó de los enfermos de esclerosis múltiple, del científico británico Stephen Hawking y la esposa de éste. Y al final de su mujer con la que apenas llevaba varios meses casado.