Pedro Sánchez se ha presentado en su debate de investidura con su traje fetiche. La chaqueta y pantalón azul azafata, camisa blanca y corbata roja. Es el mismo que ha utilizado en todos sus momentos claves al frente del PSOE. Con él fue a ver a Rajoy por primera vez a Moncloa, se entrevistó con el Rey en Zarzuela, acudió a los debates a dos y a cuatro durante la pasada campaña electoral.
Con este mismo look firmó el acuerdo con Ciudadanos. Y este martes en su debate de investidura crucial para su carrera política ha vuelto a recurrir a él. ¿Qué tiene este traje para Sánchez? Es su prenda amuleto y al igual que le ocurría a Superman, siempre que se lo ponía salvaba a la humanidad de los problemas.
Lo cierto es que hasta ahora le ha ido bien con él y a pesar de que el PSOE obtuvo los peores resultados de su historia las pasadas elecciones, sólo Sánchez ha sido capaz de llegar a la escena de hoy, la de protagonizar un debate de investidura sin tener los votos suficientes.
Pero analizándolo bien y teniendo en cuenta que tanto sus asesores como el propio Sánchez tienen en Obama su luz y guía, el que siempre repita este traje respondería a una estrategia de emular al presidente americano, más que al superhéroe de cómic. Barack Obama viste todos los días el mismo traje, o bien azul o gris. En una entrevista reconoció que lo hace porque “no quiero tomar decisiones sobre qué voy a comer o llevar porque tengo muchas otras decisiones que tomar. Necesitas concentrar la energía que usas para tomar decisiones”.
Hombres brillantes que visten igual
Esto mismo le pasaba a Steve Jobs. En su armario sólo había pantalones vaqueros y zapatillas deportivas. El creador de Facebook, Marck Zuckerberg, siempre usa camisetas grises de manga corta. Está demostrado que la mayoría de los CEOS de grandes empresas visten todos los días igual porque prefieren gastar sus energías en tomar decisiones y no en cosas tan nimias como el vestuario.
En nuestro país, seguían esta costumbre los desaparecidos Isidoro Álvarez, ex presidente de El Corte Inglés, que siempre llevaba camisa blanca y corbata negra, Emilio Botín, ex presidente del Banco Santander, que a diario vestía con camisa blanca y corbata roja, o Juan Antonio Samaranch, ex presidente del Comité Olímpico Internacional, fiel a la camisa azul y la corbata celeste o azul oscuro.
Un ejemplo actual sería Florentino Pérez, presidente del Real Madrid CF, que a diario lleva camisa azul celeste y corbata azul.
Lo de por qué los genios visten siempre igual ha sido motivo de varios estudios científicos. Y estos han corroborado que tomar numerosas decisiones seguidas hace que el cerebro resuelva de forma más torpe y lenta algunos problemas. Esto podría ser una razón por la cuál llevar la misma ropa siempre implica tomar una decisión menos cada día. Habrá que ir preparándose visualmente por si el próximo presidente del Gobierno va vestido todos los días igual.