Nos encontramos con Inga Verbeek en el hotel The Westin Palace de Madrid. Su cabellera larga rubia y sus ojos azules penetrantes son los de una mujer que te taladra con la mirada. Es su don, el de emparejar a la gente de éxito que no tiene tiempo para encontrar el amor. Con una carrera empresarial brillante fundó Ivy Internacional, una agencia de matchmaking para hombres y mujeres distinguidos que buscan a su alma gemela.
Empezó en Amberes (Bélgica), su país de origen y hoy sus flechas de cupido llegan a Ámsterdam, Londres, Barcelona, Dubái, Madrid, Berlín, Marbella, Mónaco, París y Copenhague. "Una de las preguntas que hacemos a nuestros clientes es si estarían abiertos a una relación con algún hombre o mujer de otro país. Piensa que al tener un alto poder adquisitivo pueden desplazarse sin problemas. Pero si no quieres, te buscamos gente de tu ciudad, o de tu país", aclara Inga.
Su red se solter@s de alto nivel es muy amplia y abarca desde 30 a 60 años aproximadamente. España es el único país donde no hay un tipo definido de clientes. Es muy variado. Hay gente que está divorciada, gente que nunca ha encontrado pareja, gente que sólo busca una aventura... "Este servicio se tiene que volver natural, como cualquier otro de los que usamos en nuestra vida cotidiana. Hay gente que comete siempre los mismos errores a la hora de buscar pareja o entablar una relación. La gente que se mueve en altas esferas apenas tiene tiempo para buscar pareja. Esto es algo más que proponerte unos perfiles", explica la fundadora.
Por cierto, que durante todo el proceso no te enseñan ninguna foto, acudes a la primera cita sin haber visto a la persona. De esta forma evitas los prejuicios de la imagen y de la primera impresión. Además todas las anotaciones y fichas del cliente se hacen a mano para prevenir cualquier ataque informático y así preservar aún más la intimidad de sus clientes.
Inga asiente con la cabeza cuando le preguntamos si van famosos o políticos a la agencia. Ella sonríe y responde "te sorprendería la cantidad de gente de éxito que requiere de nuestros servicios".
Cuando te inscribes, lo primero que haces es una entrevista en profundidad para conocerte. Luego tienes dos o tres encuentros con el equipo para definir los criterios de búsqueda. Todo este proceso tarda unos dos meses que permite conocer a la persona y enfocar bien sus necesidades y lo que busca. Algunas ventajas de este servicio son que te ahorras lágrimas, tiempo, discusiones, mentiras...
El coste mínimo es de 15.000 euros que debe abonar el socio standard y se le garantiza un mínimo de ocho presentaciones al año o el socio premium que por 50.000 euros te garantiza 12 presentaciones y servicios personales del equipo de profesionales de la empresa. "Puede parecer caro pero si tienes en cuenta la cantidad de horas que se invierten en conocer bien la personalidad de la persona, el precio del servicio está más que justificado por los costes que se incurren en la prestación del mismo. Este es un proceso muy artesanal".
Aunque no lo crean rechazan a gente. "Hay que ser realistas con las expectativas. Hay gente que se confunde y que cree que porque paga está comprando el amor. La persona se tiene que enamorar de ti y tú de ella", aclara. Ojo a los que busquen cazafortunas porque l@s descubren en las entrevistas previas y no l@s dejan acceder al servicio. Puede que no encuentres a la pareja de tu vida, pero al menos conocerás gente con la que podrás compartir algo.
Una vez creen haber encontrado a alguien que se adapta a tus necesidades, se intercambian los teléfonos y son los propios clientes los que conciertan la primera cita. No hay reglas pero sí te dan algunos consejos.
"Queremos que el cliente sea feliz y si la encuentra en la primera cita mejor. Tuvimos una persona que estuvo seis meses pensando si contrataba el servicio o no. Al final lo hizo y en el primer encuentro encontró a su pareja", recuerda Ivy satisfecha. "O el caso de una clienta en Barcelona que siempre se enamoraba de artistas guaperas y gente alternativa que le llevaban a la desesperación. Le concertamos una cita con un abogado y a los cinco minutos me estaba llamando diciéndome que aquel no era su tipo. La animé a conocerle y ahora están juntos. Detrás de ese ejecutivo de traje gris, había un hombre que en la intimidad era sensible, tocaba el piano y con muchas inquietudes similares a las de ella", relata.
Esta 'consejera del amor' que viaja por medio mundo formando parejas opina que "mucha gente se mantiene ocupada porque no encuentra el amor y ese es un poco un pretexto que ponen". Si creen que la vida está incompleta sin amor y su bolsillo se lo permite, pueden solicitar más información enviando un email a enquiries@ivy-internacional.eu