Desde que el pasado miércoles se hicieran públicos los mensajes telefónicos que la monarca intercambió con su por entonces amigo Javier López Madrid, Zarzuela se ha convertido en un gabinete de crisis. No tanto por la actitud a tomar de cara a la opinión pública como por descubrir quién los ha podido filtrar a la prensa, llegando incluso a pedir al Gobierno que investigue lo sucedido.
Fuentes cercanas a la reina aseguran a EL ESPAÑOL que doña Letizia está tranquila aunque molesta porque se haya hecho público "algo que considera forma parte de su intimidad y nada tiene que ver con su papel como monarca. Ella sabe qué es lo que tiene que hacer como reina pero cuando finaliza su ‘jornada’ quiere su espacio y su privacidad e intentar llevar una vida normal como cualquier otra mujer de su edad", explican. Y dentro de esa privacidad defienden el hecho de que pueda wasapear, salir o hablar con sus amigos. Así ha justificado la propia reina a sus íntimos los polémicos SMS publicados.
"Como los que se cruzaría cualquier pareja de amigos en la intimidad. De ahí que no se haya planteado pedir ningún tipo de disculpa ni pública ni privada a ninguno de los afectados directa o indirectamente", aclaran. "No lo va hacer, porque se ha vulnerado su intimidad y porque lo considera algo pasado. De hecho argumenta que dos meses después del envío de los mismos, su amistad con López Madrid se terminó".
Éste mostró mensajes sobre las clases de yoga que recibían conjuntamente Letizia y su mujer y bromeaba con los gustos culinarios de la reina, llegando a comentar en varias ocasiones que "come muy poco".
Este pasado viernes la pareja real reapareció junta tras la polémica. Presidieron como de costumbre el XIV Concierto homenaje a las víctimas del terrorismo. Doña Letizia estuvo rígida y visiblemente seria como de costumbre. Tras el acto, efectuaron los saludos de rigor y abandonaron rápidamente el Auditorio de la capital. La reina optó por un oufit completo de Nina Ricci; vestido negro y abrigo gris, que ya ha lucido en alguna otra ocasión.
Es probable, como apunta su círculo cercano, que a partir de ahora tenga más prudencia, no tanto con lo que escribe sino a quién se lo escribe. No hay que olvidar que antes de ser reina fue plebeya. Y el trabajo de año y medio de reinado se puede ir al traste con sólo pulsar una tecla.