Las tradiciones son algo que se lleva en el corazón, y en el de Antonio Banderas una de las más arraigadas es la de acudir a la Semana Santa malagueña. De hecho, viaja pronto para no perderse ni una sola procesión.
Es el Mayordomo de la Virgen de Lágrimas y Favores y por tanto encargado de dar el primer golpe de martillo para que los hombres de trono pusieran en marcha una procesión que recorrió fervientemente las calles ante la mirada de millones de creyentes. Junto a él estuvieron su hermano Francisco Javier y el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre. Para este momento descubrió sus rostros que más tarde volvió a tapar con la después lo cubrió con la típica faraona que visten los cofrades.
No quiere faltar a la tradición de este barrio porque la parroquia de San Juan es la iglesia donde se casaron sus padres, fueron bautizados él y sus hermanos y en sus alrededores ha jugado desde que tenía cuatro añitos.
Tras encerrar el trono Banderas fue a reunirse con su novia Nicole Kimpel en el hotel de la céntrica calle Larios donde tiene reservada una habitación para ver mejor el resto de los pasos. Juntos observaron a los fervientes cofrades acompañar a Vírgenes y Cristos, acompañados también por algunos familiares y amigos, como Pepe Oneto o Sandra García San Juan.
Antes, Nicole no quiso perderse la salida del trono en el que participaba Antonio y entre la multitud miró con orgullo a su pareja.