Angelina Jolie está en Londres desmintiendo así su ingreso en una clínica para tratarse la anorexia que, según el tabloide The National Enquirer, sufre. Angelina está delgada, muy delgada, pero no parece que sufra este trastorno alimenticio. Un familiar de la actriz se ha encargado, además de desmentirlo.
Lo que está claro es que Angelina siempre es portada de los tabloides a causa, unas veces, de su peso, como en esta ocasión, aunque la mayoría de las veces por su relación con Brad Pitt. El pasado mes de enero todas las alarmas saltaron cuando varios medios de comunicación estadounidenses, entre ellos la revista In Touch, afirmaron que la pareja más envidiada del mundo se separaba. La noticia revolucionó las redes sociales aunque unos días más tarde, la pareja confirmaba que se trasladaba a vivir a Londres junto a sus seis hijos. La razón no es otra que los deseos de la protagonista de Lara Croft de asentar su faceta como activista humanitaria en Europa.
Angelina es embajadora del Alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR) y una de sus últimas apariciones fue el pasado mes de marzo durante la reunión que mantuvo con Alexis Tsipras, tras visitar el campo de Idomeni, situado entre la frontera de Grecia y Macedonia.
La salud de la esposa de Brad Pitt siempre ha estado en el punto de mira: se sometió a una doble mastectomía preventiva el año 2013 al descubrir que era portadora del gen BRCA1, que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de ovario. Un año más tarde decidió extirparse los ovarios: “Me dije a mi misma que tenía que ser fuerte y no perder la calma ya que no había ninguna razón para pensar que no vería crecer a mis hijos y a mis nietos”, declaró al New York Post. Lo que evidencia las grandísimas ganas de vivir de la actriz y la aleja, por ahora, de rumores insidiosos sobre su estado de salud.