Sara Carbonero está de vuelta en Madrid. Esta vez, la presentadora ha hecho una parada en la capital para presentar su nueva colección de joyas, en colaboración con la firma Agatha.
Embarazadísima, ya a punto de dar a luz, la presencia de la periodista creó máxima expectación, ya que era su primera aparición tras conocerse su boda secreta con el que ya es su marido, Iker Casillas.
A pesar de la insistencia de los medios, la joven no quiso desvelar ningún detalle sobre el enlace. De hecho, incluso decidió dejar la alianza en casa, y así no robar protagonismo a las joyas que presentaba, aunque confesó también que “Me la pondré cuando no haya cuarenta medios” y es que no tiene problema en afirmar que la boda es algo “de lo que me gustaría que no os hubieseis enterado”.
Ni siquiera quiso contar si fue el blanco el color elegido para su traje, únicamente comentó haberse casado “muy gorda”. Está claro que ni ella, ni el futbolista del Oporto están por la labor de compartir un solo ápice de esta alegría.
Eso sí, confían y esperan poder celebrar con todos los que no estuvieron ese día una gran fiesta, ya que el día de su boda solo les acompañaron dos testigos y su hijo Martín.
Sara tiene ahora puesta su mente en su segundo embarazo y a pesar de dar a luz en un mes, todavía no sabe cuál será el nombre elegido del pequeño, aunque barajan las opciones de Mauro, Marco o Hugo.
Martín será quien ejerza de hermano mayor en unas semanas y es el más implicado en la elección del nombre porque así lo han decidido sus papás.
Su idea es quedarse por unos meses en España y retomar su vida en Oporto más adelante. Tiene proyectos profesionales pendientes, relacionados con la moda, pero tendrán que esperar a 2017 cuando su bebé ya tenga unos meses.