Nació hace 76 años y una, vez más, ha querido celebrar su cumpleaños con su pueblo. Ya es tradición que la Reina Margarita de Dinamarca salga al balcón del Palacio de Amalienborg, residencia oficial de la Familia Real en Copenaghe, para saludar a los daneses y recibir sus felicitaciones. No estaba llamada a reinar desde su nacimiento, ya que la ley sólo admitía a los varones de la familia como herederos al trono.
Pero a sus trece años se convirtió en la heredera de su padre, tras saberse que su madre, la Reina Ingrid, no podía tener más hijos. Desde hace muchos años, la Familia Real despierta las simpatías del pueblo danés, que se vuelca en cada celebración.
Para su salida al balcón en este 76º cumpleaños, la Reina reunió a toda su familia. Primero, salió ella sola.
Aunque la homenajeada del día no quería todo el protagonismo para ella. Así que enseguida se reunía en el balcón su marido, Henrik, y poco después su hijos y sus nueras, a los que siguieron los ocho nietos de los Reyes, que luego se quedaban a solas con la Reina Margarita. Unos momentos que los más pequeños de la casa disfrutaron de lo lindo, especialmente las chicas, Isabella, Atenea y Josephine, que no pararon de saludar y divertirse.
Pero a pesar de tan entrañables y familiares estampas, hubo una imagen que se echó en falta. La Reina no posó a solas con sus dos hijos, Federico y Joaquín, como hubiera sido habitual, sino que lo hicieron acompañados de sus respectivas mujeres, Mary y Marie, que no sólo guardan un parecido en el nombre, sino que también en el aspecto físico. Un parecido físico que ha dado mucho que hablar en Dinamarca, llegando a asegurar abiertamente algunos medios que Joaquín estaba enamorado de su cuñada y por eso había buscado a una mujer que se le pareciera.
El caso es que la falta de esta foto de la Reina con sus dos hijos se echó en falta, pero no sorprende. Al menos a los daneses. De todos es conocida la mala relación que existe entre el heredero, Federico, y su hermano pequeño, Joaquín. Una mala relación que según algunos medios daneses se ha recrudecido en los últimos meses.
Concretamente, la revista 'Her & Nu' afirma que apenas se dirigen la palabra, y que, especialmente el pequeño de los hermanos, evita coincidir con Federico en actos públicos, a no ser que no les quede otro remedio, como es el cumpleaños de su madre.
En otra de sus inevitables apariciones conjuntas, el funeral de Bitten Clausen, una amiga de su abuela, la reina Ingrid, ni se miraron a la cara, según apunta esta publicación. Tampoco en la celebración del cumpleaños de su madre se han mirado ni hablado, convenientemente colocados en los extremos opuestos del balcón.