El 'dueño' de Freixenet que quiere dejar a España sin burbujas
Enrique Hevia fue quien buscó a Dr. Oetker para que adquiriese la compañía. Doña pilar se oponía. En quince días se resolverá el futuro de la empresa familiar.
24 abril, 2016 00:32Noticias relacionadas
La gran familia 'Freixenet' está compuesta por tres ramas diferenciadas: los Bonet dueños de un 35% , los Ferrer y los Hevia con un 29% de las acciones cada grupo familiar. Los abuelos de Enrique Hevia fueron los creadores en el siglo XVIII de uno de los cavas más famosos del mundo desde su finca catalana llamada 'La Freixeneda'. Ahora su nieto es el actual vicepresidente y director financiero de Freixenet, criado entre cuentas y viñedos ya que ha desarrollado gran parte de su trayectoria dentro de la empresa familiar.
Fue él el que se puso en contacto con la empresa Henkell, la marca de vino espumoso más grande de Alemania, para llevar a cabo la inminente venta. Una oportunidad pues el conglomerado germano de bebidas alcohólicas tuvo unas ganancias de 600 millones de euros en el último ejercicio y posee un músculo financiero con poder para endeudarse ya que pertenece al grupo Dr. Oetker, propietario de famosas pizzas congeladas o la cerveza Estrella Damm. Henkell es conocedora de los viñedos catalanes por la operación de 2012 en la que compró Cavas Hill con sede en el Alto Penedés (Barcelona).
Enrique es un gran aficionado al golf como demuestra su presidencia en el Club de Golf de Sant Cugat (Barcelona) y un destacado puesto en la Federación Española de Golf. Así, su mejor plan es pasar apacibles (y discretos) veranos en Santander donde se reparte entre el Golf de Pedreña, fiestas en el Hotel Real (ambas localizaciones ligadas a la familia Botín) y alguna que otra escapada desde el Club Marítimo a la Playa del Puntal. Eso sí, olvídese de yates y aviones privados ya que las ostentaciones innecesarias no forman parte de la familia Freixenet.
Un estilo de vida que pasa desapercibido, tal y como les enseñó su madre Carmen Ferrer, la matriarca del clan que vivía en un piso de la céntrica calle Hernán Cortés de Santander. Carmen Ferrer fue una viajera incansable, su mayor hobbie era recorrer mundo junto a su hijo visitando las bodegas repartidas en 16 países de tres continentes. La familia al completo rindió un homenaje a Ferrer en su funeral en la iglesia de Santa Lucía de Santander, a escasos metros de su vivienda.
Los hermanos Hevia querrían vender parte de sus acciones, al igual que el grupo de los Ferrer. Algo fundamental ya que el único requisito que ha puesto Henkell ha sido hacerse con un 51% de la compañía para tener poder decisión en el futuro de la empresa. Doña Pilar Bonet, la hermana de José Luis Bonet, presidente de Freixenet y de la Cámara de Comercio de España, se niega a la venta. Una opción personal y de corte romántico sin otra explicación posible. Debido a su gran contante de acciones, Pilar es la llave necesaria para que la venta a Alemania se lleva a cabo.
Supuso un gran impulso para la compañía los anuncios protagonizados por famosos como Liza Minnelli en 1977 o un seductor Paul Newman que se dirigían a la pantalla en español. Martin Scorsese rindiendo homenaje a Hitchcock o David Bisbal en 2014 en el interior de la finca de Freixenet. Si el grupo pasa a manos alemanas, ¿veremos el fin del anuncio de Navidad más esperado? O igual una atractiva Claudia Schiffer vuelve a la palestra como burbuja dorada.
"En menos de dos semanas", tal y como explica la familia de empresarios a EL ESPAÑOL, se despejarán las dudas. Puede que a principios de mayo la familia brinde con otra marca que ya no será de mayoría española.