Casi nadie conoce su rostro y su nombre apenas ha aparecido en los medios de comunicación. Eduardo Ferreiro, abogado de profesión, es una persona discreta, que vive alejada de los circos mediáticos. Y así lo ha demostrado al acudir al Juzgado de Instancia número 4 de Córdoba, donde se ha celebrado el juicio en el que su cliente, Manuel Benítez, no ha aparecido. “He entrado por otra de las puertas del Juzgado, pero me he estado fumando un cigarro tranquilamente a la entrada. Como nadie me conoce tampoco me han preguntado”, comenta el letrado a EL ESPAÑOL.
Su presencia ha pasado totalmente desapercibida por los numerosos compañeros que se han agolpado a las puertas de la sala donde tenía lugar la vista oral por la paternidad de Manuel Díaz. Las cámaras no le buscaban a él, si no a su defendido. Sin embargo, éste no se ha presentado, a pesar de vivir a escasos metros del litígio. “No ha comparecido porque no tiene obligación. Si le hubieran llamado para ser interrogado sería otra cosa, pero no ha sido el caso. No tiene ningún perjuicio por no ir”, asegura el abogado en conversaciones en exclusiva desde su despacho de una céntrica calle de Córdoba.
Sobre el proceso ha comentado que el juicio ya se ha terminado y que en unos días conoceremos el resultado, que va a ser "favorable" a Manuel Díaz. Es decir, que la justicia va a reconocer que 'El Cordobés' es hijo de su padre. Y si una cosa quiere dejar clara Ferreiro es que su cliente, Manuel Benítez, "nunca se ha opuesto a hacerse las pruebas". "Se han presentado a tres pruebas de paternidad y una de ellas la hemos presentado nosotros, con eso te digo todo", aclara.
"En los tres casos el resultado ha sido el mismo. La cosa está más que clara”, ratifica. Razón por la cual no han argumentado nada en contra de la ratificación del perito sobre las pruebas de ADN. Pero sí se queja de algo. Y es del “injusto tratamiento en los medios de comunicación”, que él personalmente, cree que está teniendo su cliente. “Todo lo que yo pueda decir de Manuel Benítez es bueno y los periodistas han estado dado palos de ciego con él porque no conocen todos los entresijos de la historia”.
El desaparecido
Bueno o malo (que eso lo juzgue a quien le corresponda), lo que sí sabemos las personas que nos dedicamos a esta profesión es que Manuel Benítez hoy no ha dado señales de vida. Ni en la cafetería Roldán de Córdoba, donde el suele desayunar todas las mañanas, ni en su barrio, se le ha visto. Es como si se le hubiera tragado la tierra.
Algunas informaciones apuntaban a que el diestro estaba en Badajoz en la finca de un amigo y otras que estaba de viaje en Portugal. Pero lo cierto es que nada se sabe de él. También se desconocen las razones que le han llevado a no encontrarse cara a cara con su hijo. Quizás quería evitar el circo mediático o quizás no le interesaba el tema. Sólo él lo sabe.
Quien tampoco le esperaba era Manuel Díaz quien a su salida del juicio ha dicho que sabía que su padre no iba a ir y que hubiera sido una buena oportunidad "para demostrar que además de un buen torero, era una buena persona". "Yo sabía ya que era su hijo y ahora lo sabe él también", ha sentenciado el torero.
Los hechos
Atrás quedan muchos años de lucha. Tras varios intentos de acercamiento sin éxito, Manuel Díaz decide actuar motu proprio para demostrar al mundo entero su verdad, aquella que llevaba defendiendo más de 20 años. Para ello, contrató a un detective privado en noviembre, quien robó una servilleta al acusado para analizar los restos biológicos. Los resultados dieron el mismo porcentaje de coincidencia en los marcadores, lo que le sirvió como prueba al torero para sustentar la prueba de paternidad, que hoy ha dado positivo.
El camino ha sido largo. Pero Manuel no ha estado solo. Además del cariño que le han demostrado miles de fans durante estos largos años, su mujer Virgina Troconis y su exmujer, Vicky Martin Berrocal con la que siempre ha mantenido una estupenda relación, han sido sus pilares fundamentales en esta historia. También sus hijos Alba (fruto de su primer matrimonio), Manuel y Triana por los que el diestro ha recorrido este camino de espinas como ha declarado en más de una ocasión.
El tiempo y la justicia han puesto a cada uno en su sitio. María Ángeles Benítez Raigón, otra de las hijas ilegítimas de Benítez, también fue reconocida por la Audiencia Provincial de Córdoba como hija de su padre en el 2000. En este caso no hicieron falta pruebas de ADN, porque la denunciante aportó cartas y fotos que probaban la relación de su madre con El Cordobés.
Ahora la historia se repite y Manuel Díaz ha conseguido el mismo reconocimiento que su hermanastra. Sin embargo, en ambos caso su progenitor sigue sin querer saber nada de ellos. Por muy duro que parezca, los hijos son consciente de ello y, hasta ahora, lo único que han buscado es limpiar su honor y conocer sus "orígenes y su procedencia por él y por su familia", como declaró Manuel Díaz a la salida del juicio. Objetivo cumplido.
De momento, el torero no se ha pronunciado sobre si se cambiará o no el apellido ni tampoco sobre sobre si pedirá la legítima que le pertenecería como hijo. El tiempo dirá si esta historia termina aquí o si esto sólo ha sido un capítulo más.