Ni rastro de apatía y cansancio. Terminamos el mes de abril sin que los principales estragos de la astenia primaveral hagan aparición en las Pijotadas de la Semana. El país del sol naciente nos ha deleitado estos días con historias sobre cafeterías para gatos o bebés con rollizos brazos equiparados a barras de pan, que vienen a confirmar lo que la OMS ha anunciado recientemente: Japón es el país más ruidoso.
En decibelios los nipones se llevan la palma y pergeñando noticias inverosímiles no se quedan atrás. Aquello de que los bebés vienen con un pan debajo del brazo ha dejado de ser la típica frase hecha de abuela para convertirse en una realidad. Las redes sociales orientales están que echan chispas con el nuevo desafío viral que se ha puesto de moda.
Se trata de publicar fotografías de bebés cuyos brazos regordetes y llenos de pliegues son comparados con barras de pan que se confunden con la anatomía de los recién nacidos. Una tendencia que bajo el hashtag My baby got the best bread photo cada vez suma más adeptos.
El castigo típico que a tientas cumplía Bart Simpson sobre la pizarra copiando una tanda de veces frases como "tengo que tener buen comportamiento" ha pasado a mejor vida. En la era cibernética en la que nos encontramos, un profesor de la Universidad de Ciencia Electrónica y Tecnología de China ha dado un giro de tuerca a los clásicos castigos y ha decidido que los alumnos que tengan falta de puntualidad deberán copiar mil emojis diferentes sobre un papel. Mil caritas amarillas con diferentes muecas que además como requisito indispensable no se pueden repetir.
El gusto por el mundo canino entre los orientales es un hecho indiscutible. Hello Kitty, Doraemon, figuras de gatitos levantando la pata a modo de bienvenida…y lo último: los Cat café. Establecimientos en los que los comensales pueden disfrutar de la compañía de los gatos que ofrece el local para entre caricias y juegos con bolas de lana amenizar la velada.
Pero ahí no queda la cosa. Esta semana se ha permitido que la exhibición de los felinos se prolongue dos horas más de las ocho acordadas por la normativa nipona para proteger el bienestar de los animales. Aunque eso sí, solo se acogerán a esta ampliación de horario los gatos mayores de un año y siempre y cuando tengan durante su jornada laboral periodos de descanso.
En el viejo continente, las sonoras flatulencias de un presentador le han costado su puesto de trabajo. El hombre del tiempo de la TV2 de Hungría ha sido despedido por simular ruidos escatológicos mientras ofrecía la información meteorológica. Su único objetivo era animar a la audiencia ante las nefastas previsiones de viento que se avecinaban, pero la gracia de poner al mal tiempo buena cara le ha salido muy cara.