Todo eran señales en la actuación de Barei en el Festival de Eurovisión celebrado este sábado en el Globe Arena de Estocolmo. La joven cantante madrileña decidió incluir una caída en mitad de su interpretación para sorprender a la audiencia y lanzar el mensaje positivista de Say Yay! de que siempre hay que levantarse de una caída.
Si ya de por sí una caída podía resultar demasiado metafórica de cara a su posición final en el certamen, se daba la circunstancia de que la última vez que una representante española en Eurovisión terminó por los suelos, Soraya Arnelas en 2009, ésta quedó en penúltima posición, en el puesto 24 de 26 países.
Y eso es lo que sucedió al final de la noche: España tropezó con Europa y Barei tuvo que conformarse con un puesto 22, un por detrás del 21 conseguido por Edurne el pasado año. No obstante obtuvo un total de 77 votos.
Ya lo fueron prediciendo los periodistas acreditados en Estocolmo durante la semana después de presenciar los primeros ensayos de Barei. La puesta en escena no estaba a la altura de la potencia de la canción, lo cual iba a terminar restándole posibilidades, cómo así ha sucedido.
Barei actuaba después de Rusia, una de las favoritas para hacerse con la victoria, y de Letonia. La UER dejaba para el final de la gala algunas de las actuaciones más potentes. Entre ellas, España se quedó en medio de un bocadillo de grandes apuestas entre las que no destacó demasiado.
La española ha conseguido un total de 67 puntos del jurado, colocándose en la posición 16. Ha recibido votos de Azerbaiyán (3), Malta (2), Dinamarca (1), Bulgaria (4), Armenia (3), Francia (3), Moldavia (8), Israel (4), Noruega (7), Australia (5), Albania (6), Italia (12), Polonia (5), Hungría (5), Suecia (1). El problema ha llegado con el televoto, donde España sólo ha conseguido 10 puntos.