Basquiat, el primer artista negro que consiguió la fama a principios de los ochenta, se revolvería en su tumba si supiera que, Shaun Ross considerado el primer modelo afroamericano albino no pisaría una pasarela hasta 28 años después. Nacido en el Bronx, Shaun de 35 años, prosigue su éxitosa carrera como modelo en la que entró en 2008 rompiendo moldes gracias a que un cazatalentos descubrió el vídeo Dance Voguing que el maniquí compartió en Youtube. En la actualidad es la imagen internacional del desodorante Axe, en cuyo anuncio es el auténtico protagonista. Alexander McQueen o Givenchy han querido contar con él. En España ha desfilado para el diseñador masculino Etxeberria dentro de la Madrid Fashion Week.
Lo que lanzó a la fama a Ross fue sus apariciones en diversos videoclips como Tropico en el que baila desnudo junto a Lana del Rey.
Más tarde Beyoncé se unió al carro contratándolo para su famosa canción Pretty Hurts, con más de 136 millones de visualizaciones, en el que Ross hace de un exigente profesor en el que prepara a la cantante para ganar un concurso de belleza.
Pero, con el que cosechó más éxito fue de la mano de Katy Perry cuyo duelo con Kanye West (el marido de Kim Kardashian) atesora nada menos que 405 millones de visitas.
El modelo albino ha creado polémica al aparecer en el videoclip de la banda Brâves en el que Ross aparece desnudo saliendo de la playa y luciendo una anatomía exagerada. Muchos han sido los que han achacado a una prótesis falsa lo que Shaun hacía que presumiera en la playa.
El modelo es un auténtico reclamo para las marcas como demuestra que cope el front row de Jeremy Scott (el director creativo de Moschino y uno de los más rompedores) junto a su amiga Whoopi Goldberg.
La moda le ha abierto muchas puertas, así entre su círculo destaca el jugador de baloncesto Kobe Bryant, la actriz Kerry Washington, Zoë Kravitz (la hija de Lenny Kravitz) o la modelo Gigi Hadid y Taylor Swift.
Ross no solo hace gala de unas formas fuera de todo estereotipo, gracias a su tez blanca impoluta y unos rasgos algo toscos, también es el creador de In My Skyn I Win, un movimiento que ha dado lugar a una organización que lucha para detener las intimidaciones que sufren todos aquellos que se sean diferentes. "Si uno se siente seguro cuando se mira en el espejo, las palabras negativas de otros no pican tanto", advierte el modelo que rompe moldes.