El 'sí, quiero' que lady Charlotte Wellesley, cuarta hija del duque de Wellington, dará a multimillonario colombiano Alejandro Santo Domingo, uno de los solteros más disputados de Nueva York, ha revuelto el silente día a día de Íllora, un pueblo situado en la comarca de la Loja de Granada. Pocos detalles han trascendido de la que muchos tildan como la boda del año. El enlace será este sábado a las seis de la tarde en la Iglesia de la Encarnación y hasta ella llegarán aristócratas de media Europa, además de algunos magnates de la Gran Manzana.
Sin embargo, las tranquilas calles de Íllora siguen ajenas al evento. "Muchos vecinos dicen que los medios se han interesado por los balcones que dan a la plaza de la iglesia, pero a mí nadie me ha alquilado nada", explica un vecino, que tiene una casa a escasos metros del templo donde se celebrará la ceremonia.
"Esto forma parte del rumor", añade. Y estos corren como la pólvora. "Los de las televisiones extranjeras nos han dicho que es posible que venga el presidente de Colombia [el país de origen del novio], Juan Manuel Santos", explica otro vecino. Según fuentes municipales, unas 250 personas presenciarán el enlace del colombiano más rico del mundo, según la famosa lista Forbes.
Entre los invitados se espera, además del presidente Santos, a Andrea Casiraghi, el primogénito de Carolina de Mónaco, casado con Tatiana Santo Domingo, sobrina del novio. Ya a la despedida de soltero, celebrada en Cartagena de Indias, asistieron representantes de la sociedad y la economía colombiana como el presidente de la Asociación de Nacional de Empresarios de Colombia o la modelo inglesa Poppy Delevingne.
Según ha explicado a EL ESPAÑOL el alcalde de Íllora, el socialista Antonio José Salazar, representantes del ducado de Wellington han mantenido varias reuniones con representantes municipales y con la subdelegación de Gobierno para establecer las medidas de seguridad que garanticen el correcto desarrollo de la ceremonia y posterior celebración, que tendrá lugar en la Torre de los Ingleses, un palacete del siglo XIX propiedad de la familia de la novia desde que las Cortes de Cádiz la regalasen a Arthur Wellesley, que comandó a los ingleses contra los franceses en la Guerra de la Independencia española.
Cien agentes para garantizar la seguridad
Una centenar de agentes, repartidos entre guardias civiles, policías locales y miembros de Protección Civil, participarán en esta operación especial que la comandancia de la Guardia Civil de Granada dirigirá desde un puesto de mando en Íllora. Además de una treintena de vigilantes de seguridad privada.
El alcalde ha confirmado que en ningún momento se verán restringido el acceso a las zonas aledañas a la iglesia de la Encarnación y ha negado que la plaza de San Rogelio, situada en las inmediaciones, esté reservada para la llegada de los invitados. Estos llegarán a la zona en ocho microbuses y se apearán a las puertas del templo. "Los vecinos de Íllora y aquellos que se acerquen a contemplar el evento podrán seguirlo detrás de un perímetro de seguridad", ha explicado el regidor.
Salazar también ha confirmado que, según lo establecido en reuniones con representantes del ducado de Wellington, los medios de comunicación que acrediten su condición podrán acceder a una zona específica en el interior de la iglesia donde se celebrará la ceremonia. "Ellos nos han dicho que no iban a vender la exclusiva", asegura el alcalde, que también ha confesado que él no está invitado al evento. "Nos han agradecido la atención que hemos puesto en el enlace pero han explicado que es una celebración íntima y que ni yo ni ningún miembro de la corporación municipal estábamos invitados al acto", detalla.
Los Wellington, motor económico en Íllora
Desde que el alcalde y su equipo de Gobierno tuvo constancia del evento, en el pasado mes de octubre, todos han cuidado la información con la "discreción" que pedía la familia. "Yo mismo he mantenido varias reuniones con el actual duque, Charles Wellesley, con el que tenemos una cordial relación", explica el regidor.
En los planes del Ayuntamiento está conseguir que la casa Wellington, una de las más afamadas de la aristocracia británica, permita explotar turísticamente las instalaciones de la Torre de los Ingleses. "Ojalá se consiga, porque eso redundará en un mayor interés turístico para el municipio y a buen seguro vendrían más turistas a visitarnos", añade el alcalde.
Con independencia de que se llegue a acuerdo, los vecinos de Íllora se frotan las manos con este regalo del destino. "Nunca imaginamos que nuestro pueblo llegase a albergar un evento como este", detallan fuentes municipales. "Es indudable la repercusión mediática que tendrá la boda y, como digo a mis vecinos, con ella conseguimos situar a Íllora en el mapa", reconoce el alcalde.
Además, el alcalde recalca la importancia que la familia británica tiene en el municipio. Reparten hasta 7.000 jornales al año en las campañas de la aceituna y los cereales y generan empleo para empresas de la construcción, carpintería o electricidad, que trabajan de forma incansable en la Torre sin que fallen a la confidencialidad que los Wellington exigen a sus trabajadores.
Boda con acento andaluz
Para muchos vecinos de Íllora, la novia Charlotte Wellesley ha pasado desapercibida durante muchos años. Sin embargo, reconocen que ella nunca se ha ocultado para los ilurquenses. "Se le puede ver frecuentemente en misa, los sábados o domingos", explican. "Es una más y habla en andaluz", añaden.
Su amor por Íllora ha decantado la elección de este municipio para la boda. “Ella tiene mucha devoción por un crucificado al que los mayores de aquí llaman el cristo de los Milagros, porque se salvo de la quema durante la Guerra Civil”, cuenta Salvador, portavoz municipal. La devoción es tal que lady Charlotte ha donado 11.00 euros para la restauración de la talla, de estilo barroco.
"Además, la iglesia de la Encarnación es muy bonita y tiene gran valor", explica el alcalde. Su construcción se remonta al siglo XVI y recuerda a la Catedral de Granada, no obstante comparten autoría, y el diseño es de Diego de Siloé. "Tiene capacidad para unas 500 personas así que cabrán bien todos los invitados", añade el regidor.
También ha transcendido que del exorno florar se encargará una importante floristería francesa. Nada se sabe del catering, tampoco de dónde se hospedarán los invitados aunque todos en el pueblo sospechan que será en Granada. "Aquí tenemos casitas rurales pero nada del nivel de la aristocracia que nos visitará", explica Salvador.
Coto de caza de Carlos de Inglaterra
Se descarta que los invitados puedan pasar la noche en la Torre de los Ingleses. "Es muy pequeña para eso", confirma el alcalde. Y todo, a pesar de las casi mil hectáreas de terreno que los Wellington tienen en Íllora, a escasos 33 kilómetros de Granada.
Históricamente, los ilurquenses han denominado a la Torre como el Gibraltar granadino por el hermetismo que se conserva a su alrededor. Sin embargo, sí han transcendido algunas visitas históricas como la de Carlos de Inglaterra, que visitó la finca con Diana de Gales y, de nuevo, con Camilla Parker Bowles, su actual esposa y duquesa de Cornualles. El sucesor de la corona británica ha practicado la caza en este bello paraje granadino.
El sábado acogerá la celebración de la boda del año. Eso sí, después del sí quiero en una ceremonia que oficiará (en español e inglés) el párroco del pueblo, José Luis Ontiveros, y un obispo de la iglesia anglicana. Todo está listo en Íllora, que vive la espera con los nervios propios de una boda.