Los recién casados discuten nada más salir de la Iglesia
EL ESPAÑOL capta la primera pelea entre Charlotte Wellesley y Alejandro Santo Domingo nada más darse el 'sí, quiero' este sábado en Íllora (Granada).
29 mayo, 2016 00:01Noticias relacionadas
Los ya marido y mujer, después de una hora y cuarto de ceremonia, salían los primeros de la iglesia de la Encarnación de Íllora, lo que pilló por sorpresa al público que aguardaba en el acceso al templo. Algunos, los más previsores, desde las dos de la tarde. "Nos han ofrecido un dinero por los balcones, pero era poco; tan poco, que para eso lo disfrutamos la familia", explicaba una de las vecinas, que desde su posición ha tenido unas vistas privilegiadas.
No ha visto, ni la vecina ni el resto de los asistentes, el beso del ya matrimonio. Frío en la manifestación de su amor, pese a las muchas peticiones del público. El 'qué se besen' no tuvo respuesta. Los novios anduvieron hasta el coche, que esperaba a una veintena escasa de metros del dintel de la iglesia.
Fue entonces cuando se produjo uno de los momentos más comentados: la primera pelea del matrimonio. Al parecer, lady Charlotte Wellesley y Alejandro Santo Domingo tuvieron diferencias a la hora de subir al coche. Lo que provocó la reprimenda de la joven a su esposo.
Especialmente frío con los vecinos de Íllora estuvo Don Juan Carlos. El rey emérito salió del templo acompañado de Camilla Parker Bowles, con quien parecía mantener una interesante conversación. Hasta tal punto que desoía las peticiones de saludo de los illorenses, por reiteradas que estas han sido.
Tanto el rey emérito como la duquesa de Cornualles fueron de los pocos invitados que abandonaron la ceremonia en un coche propio y ambos, uno tras otro, se dirigieron hacia la finca de los ingleses, propiedad de la familia donde se celebrará el convite nupcial.
El resto de asistentes a la ceremonia hicieron lo propio en varios microbuses. No sin antes comentar a los vecinos de Íllora su sorpresa por el recibimiento que habían mantenido durante todo momento. "Ha sido una boda preciosa, muy íntima y todo ha estado a la altura de las expectativas", explicaba uno de los invitados colombianos. "¿Lo mejor de la boda? Los illorenses", señalaba otra de las invitadas.
Y es que los vecinos de Íllora han mantenido una actitud sumamente respetuosa con los invitados. Manteniendo siempre una distancia de cortesía y soportando la intensa lluvia que por momentos se registraba en esta localidad granadina. Paraguas abiertos y móviles prestos para captar todo tipo de instantes. Desde los vestidos de las invitadas a los saludos de los novios.
Y no fueron los únicos, muchos invitados sacaron sus terminales móviles para grabar la respuesta de los vecinos. Algunos los alentaban para que gritaran más y más. Y así ha sido en varias ocasiones. Todos eran conscientes de que la boda tendrá un importante impacto en la prensa internacional y los illorenses quieren sacar tajada de esta oportunidad caída del cielo.
Es lo positivo de tener en el término municipal la Torre de los Ingleses y la finca del mismo nombre, propiedad de la familia desde la Guerra de la Independencia española. Y un regalo de las Cortes a los antecesores del actual duque de Wellington.
Los propios illorenses catalogan de espectacular las instalaciones del cortijo, típicamente andaluz en el que celebrarán el enlace unos trescientos invitados.
A primera hora de la tarde, el sonido de las pruebas se oían a cientos de metros.
Quién sabe si James Blunt, invitado al evento, deleitará a los asistentes con su música.