No es casualidad que el invencible Rajoy haya elegido el Templo de Debod en Madrid para el arranque de campaña. Un monumento que Egipto donó a nuestro país para evitar que desapareciera. Así estaba este jueves Mariano, más resultón que nunca, con camisa blanca y corbata color vino, un pelo y una barba impecables. Se ha subido al escenario con el monumento histórico al fondo simbolizando que los maduritos y los políticos de toda la vida como él, no se van. Y menos aún cuando las encuestas le vuelven a dar la mayoría de votos el próximo 26J.
Así de feliz se mostraba, cual Julio Cesar arropado por Cleopatra (pero en versión rubia, pues quien estaba a su lado era Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad). La futura lideresa popular ha vuelto a dar clases de estilo con un conjunto veraniego azul PP y un discurso dulce y nada impostado. El César prefirió a Cifuentes antes que a Soraya, que ha pasado de estar en las pancartas las pasadas elecciones a un discreto segundo plano. No engancha.
Tampoco lo hace Begoña Gómez, que al parecer va a ganar protagonismo en esta segunda vuelta. Ya baja las escaleras junto a su presidenciable marido, Pedro Sánchez, al tiempo que recibe besos de los militantes y simpatizantes. La primera dama socialista no concede entrevistas pero 'chupa' primer plano. Muy acertado el escenario, la recién inaugurada plaza Pedro Zerolo. Y muy bonito el 'SÍ' floreado como lema a manera de ofrenda en recuerdo del concejal socialista que tanto luchó por la igualdad de los gays y las lesbianas.
Sánchez no piensa sorprendernos tampoco con su vestuario en esta campaña. Para el arranque se ha conformado con unos vaqueros y una camisa blanca remangada. Ha querido transmitir pureza y que está dispuesto a volver a recorrer el desierto aunque al final se quede sin agua. Una pena que se desaproveche una percha como la suya. Necesita mejorar.
Y el que sí que lo ha hecho ha sido Pablo Iglesias, el candidato de Podemos ha desterrado las camisas de cuadros y ha decidido mostrarnos una imagen más limpia y pura con colores lisos y tejidos de más calidad que combina con chinos de colores primaverales. Lo de la corbata sigue siendo su asignatura pendiente. Aunque ahora ya la usa de vez en cuando, siguiendo los consejos de Ana Rosa Quintana, pero aún le queda saber cómo combinarlas. Hay que ser justos y alabar el esfuerzo. Algunos apuntan a que ahora le importa más la estética porque su socio de campaña, Alberto Garzón, es del club de los candidatos guapos y viste bien. Iglesias no está dispuesto a que le gane terreno en nada. Así que bienvenida sea la rivalidad estilística de este tándem de izquierdas.
De Albert Rivera esperamos más en esta campaña. Queremos que se atreva con los colores y con las corbatas originales. No vale lucir siempre la imagen de niño bueno con camisa blanca y chaqueta azul para conseguir el aprobado. La promesa de los electores de centro necesita ganar protagonismo y nada mejor que empezar por el vestuario.
Los jefes de campaña deben tomarse en serio la imagen de los candidatos. El álbum de la primera noche electoral no da juego. Las elecciones son un espectáculo y los protagonistas tienen la obligación de darlo. Deberían ir de compras todos este fin de semana, excepto Rajoy al que Viri le ha preparado el armario para la última batalla. Esta noche el madurito popular se ha llevado de calle a las jóvenes promesas más desaliñadas que nunca.