Hace tiempo que la cirugía estética dejó de ser un lujo que estaba al alcance de muy pocos, generalmente personas adineradas o de un estatus social alto. Con el paso de los años, la mejora de las técnicas de anestesia, el desarrollo de la tecnología y la consecuente normalización de hacerse algún que otro retoque para acabar con los complejos ha hecho que estas intervenciones se conviertan en algo asequible. Porque como dice el Dr. Luis Lardín: "La cirugía estética nunca ha estado tan cerca del gran público como ahora".

A raíz de esto ha surgido la creciente moda de regalar retoques estéticos. No es algo que se conozca de ahora pues ya lleva unos años practicándose en nuestro país. De hecho algunas clínicas, visto el auge de esta tendencia y las ganancias que produce, anuncian en sus propias páginas web los beneficios de un regalo tan original. Uno de estos se basa en familiares o amigos cercanos que quieren someterse a una operación de cirugía pero no se atreven a dar el paso o no tienen dinero para ello, por lo que regalarle la operación con la que siempre soñaron será algo que nunca olvidaran. También argumentan que esto demuestra la confianza que se tiene con dicha persona.

Además, Navidad, la época del año por excelencia para dar y recibir regalos curiosamente coincide con la mejor temporada para realizarse una operación de cirugía estética. Ya que tal y como argumenta el Dr. Luis Lardín del Grupo de Dermatología del Doctor Jaén, hay tres momentos en el año que pueden resultar interesantes para los pacientes a la hora de someterse a una operación estética, uno de ellos es el mes de octubre y también el de noviembre pues la fuerza del sol a disminuido y su efecto de cicatrización es menor. Y el segundo mejor momento, dice el doctor, es después de las vacaciones navideñas pues así permite llegar al paciente a Semana Santa con las cicatrices en buenas condiciones.

En cuanto a las intervenciones más demandadas por parte de los pacientes, según la Dtra. Del departamento de comunicación de la Clínica Menorca, Alicia Navarro, son la lipoescultura y el aumento de mamas. Algo que coincide con lo que el Dr. Luis Lardín nos comenta cuando le preguntamos por lo mismo, aunque él añade a las dos anteriores la operación de párpados, una intervención que rejuvenece la mirada.

El perfil de paciente que acude a estas clínicas es el de una persona totalmente normal, de la calle, ya que tal y como dice Alicia Navarro, "hace muchos años que la cirugía estética se ha 'socializado'". En cuanto al sexo, las mujeres se siguen operando más que los hombres, 7 de cada 10. Y por edad, el 42,2% de las intervenciones se realizan en personas de 30 a 44 años, un 32,7% de los pacientes tienen más de 44 años y un 25,1% tiene menos de 30 años.

Con respecto a esto, sorprende la cantidad de jóvenes que se realizan una operación de estas características. La percepción de la propia imagen y los cánones de belleza actuales afectan cada día a más chavales y lo más preocupante, algunos de ellos no han cumplido los 18 años. Debido a estas inseguridades los menores piden a sus padres una operación estética, y ahí es cuando se da esta peligrosa moda de regalar dichas intervenciones que los propios progenitores toman como una solución para acabar con los complejos de un plumazo.

Sin embargo, no existe ninguna ley que impida practicar una operación así a menores siempre y cuando tengan el consentimiento paterno. Según la Sociedad Española de Medicina Estética se estima que alrededor de un 10% de los pacientes que solicita una intervención de este tipo aún no ha cumplido los 18 años. Algunos de ellos, tienen realmente una patología que solucionar pero otros muchos solo una falsa percepción de sí mismos y lo hacen por capricho.

"En cuanto a los menores, el consentimiento paterno es absolutamente necesario, y las razones por las que estos demandan una cirugía estética suele ser por complejos que afectan psicológicamente al menor, como por ejemplo unas orejas demasiado grandes o despegadas", comenta la Dtra. del departamento de comunicación de la Clínica Menorca, Alicia Navarro.

Muchos expertos advierten del peligro de regalar cirugía estética a menores, pues la idea de que un joven se ponga en las manos de un cirujano porque sus padres le han obsequiado con una intervención no es algo tan raro en los tiempos que corren.

"En nuestro caso algunas veces las pacientes piden a sus padres para operaciones de aumento de pecho, pero es algo infrecuente. Nosotros no recomendamos la cirugía hasta la edad adulta. Estamos convencidos que la decisión de realizar una intervención quirúrgica necesita de una madurez", comenta el Dr. Luis Lardín.

La moda de regalar cirugía está llegando muy lejos y convirtiéndose en un auténtico boom entre aquellos que tienen un amigo, pareja o familiar que quiere realizarse un retoque y por diversas circunstancias no ha tenido la oportunidad. Esto no es algo negativo siempre y cuando la persona esté de acuerdo y sea consciente de la realidad del asunto.