La noche del debate a cuatro entre Rajoy, Sánchez, Rivera e Iglesias aburrió tanto en los repetitivos discursos como en el vestuario uniformado al que nos tienen acostumbrados los cuatro aspirantes a presidente del Gobierno. La expresión “una imagen vale más que mil palabras” cobra especial significado en una noche como esta. Viendo llegar a los candidatos uno a uno, y no digamos cuando se han hecho la foto de familia, uno puede creer que asiste a un funeral de Estado televisado en lugar de a un debate para animar a los votantes a acudir en masa a votar el próximo 26J.
En la noche del lunes ha quedado patente lo rancios que son en el vestir nuestros presidenciables y que no piensan arriesgar más allá del azul marino o el negro en los trajes de corte clásico, con los que a uno le cuesta distinguir a Rajoy de un miembro de la Academia de la Televisión. No hace falta que se pongan de acuerdo porque sin haber hablado entre ellos, se han puesto camisa blanca, incluso puede que algunos candidatos hayan coincidido en la marca. Por no hablar de las corbatas, la del candidato popular de seda en azul marino con lunares pequeños y la del socialista roja, más económica, de punto. Cuando la derecha y la izquierda visten igual, la cosa es preocupante.
El presidente en funciones según ha podido saber EL ESPAÑOL no ha pasado por la sala de peluquería ni maquillaje. Venía arreglado de Moncloa y se notaba sobre todo en los primeros planos en la que se apreciaba que su tonalidad era diferente al resto de sus rivales. El candidato socialista renunció a la crema hidratante en el pelo para evitar que su cabellera brillara ante las cámaras pero sí fue el único en pedir brillo de labios. Sabe que uno de sus fuertes es su sonrisa y ha querido destacarla.
En algunos planos se le pudo ver una pulsera de apoyo al colectivo LGTB. Begoña, su mujer y firme aspirante a primera dama, se ha tomado su papel muy en serio y esta noche, a diferencia de su marido, ella sí ha estrenado modelo para la ocasión. Un vestido strech negro con flores de inspiración china que ha combinado con unos stiletto beige con tiras en el tobillo.
Grave error el de Albert Rivera cuyos planos cortos esta noche realzaban aún más su añiñada belleza, pero cuyo mensaje ha perdido fuerza al olvidarse la corbata en casa. Un candidato de centro no puede prescindir de un complemento como este que simboliza elegancia, marca status y está de moda entre los más jóvenes. El líder de Ciudadanos ha estado muy favorecido con el maquillaje y sólo ha pedido que se le fijaran los pelos cortos del frontal para evitar que al sudar por los focos se le pudieran rizar.
Pablo Iglesias no ha defraudado a sus votantes presentándose en el debate con unos jeans oscuros, camisa blanca remangada y zapatillas deportivas en tono verde militar. Aunque dañe la vista del resto de espectadores, él es fiel a su estilo que le funciona en las urnas. También ha estado acertado en el maquillaje, se notaba que se había arreglado la barba este fin de semana y en el set del debate le han peinado bien la coleta y le han puesto una crema para el encrespamiento.
Excelente trabajo de maquillaje y peluquería el que han hecho las prestigiosas manos de Luis & Tachi Peluqueros con los tres candidatos, excepto Rajoy que no se ha dejado, en el debate televisado.
Pena que los candidatos no digan nada con la ropa, siempre es el mismo discurso, ya no distinguimos entre el arranque de campaña, el debate electoral o un mitín. La nota es unánime...necesitan mejorar aunque a estas alturas a todos les queda 'vestuario' pendiente para septiembre.