Todos los Borbones bastardos
Desde Carlos IV hasta muy entrado el siglo XX, los Borbones han traído al mundo hijos ilegítimos. Repasamos la historia y la lucha judicial de algunos por ser reconocidos.
18 junio, 2016 20:41Noticias relacionadas
El estudio de José María Zavala, Bastardos y Borbones. Los hijos desconocidos de la dinastía (Plaza y Janés, 2011), revela los hijos ilegítimos que los Borbones han traído al mundo desde los tiempos de Carlos IV hasta muy entrado el siglo XX.
Empezando por Carlos IV. En realidad, ninguno de sus hijos los engendró él, así que fueron borbones por parte de madre, su promiscua y prima hermana María Luisa de Borbón Parma. Tuvieron 14 hijos de las veinticuatro veces que la reina estuvo embarazada, pero sólo siete llegaron a la edad adulta. Quien llegó a sucederle en el reino, Fernando VII, fue casi con toda seguridad hijo bastardo de María Luisa y su amante Manuel Godoy.
Cuando Isabel II contaba 16 años, el Gobierno arregló un matrimonio con su primo hermano Francisco de Asís. Aseguran los historiadores que cuando la reina se enteró de quién iba a ser su futuro esposo exclamó: "¡No, con Paquita no!" Tal y como relató al embajador Fernando León y Castillo durante su exilio parisino, Isabel II dijo: "¿Qué podía esperar de un hombre que en la noche de bodas llevaba más encajes que yo?".
Oficialmente, Isabel II de Borbón tuvo doce embarazos, contando varios abortos, de los que sólo sobrevivieron cinco hijos. Uno de ellos fue engendrado por el capitán de ingenieros Enrique Puigmoltó, según los rumores más documentados. Tal era así que el futuro rey Alfonso XII, a nivel popular, tenía el sobrenombre de 'Puigmoltejo' .
Alfonso XII, siguió con la tradición familiar y fue padre de tres bastardos que no llegaron a reinar: Alfonso y Fernando Sanz y Martínez de Arrizala, nacido en 1880 y 1881, fruto de su relación con la cantante de ópera Elena Sanz, a los que pasaba una pensión como buen padre de familia lejana. Y Mercedes Basáñez (1885-1941), hija de la esposa de un diplomático uruguayo en España.
Muerto el rey en 1885, su viuda y regente María Cristina de Habsburgo, apodada Doña Virtudes, se negó a continuar pagando a los que consideraba hijos del pecado. La cantante supo hacer valer su condición y mediante un hábil chantaje en el que utilizó las cartas que conservaba de su amante, logró una importante suma de dinero, nada menos que 750.000 pesetas de 1886, una fortuna que pagó el Patrimonio del Estado para que no se dieran a conocer públicamente.
Y de infantes que nunca fueron reconocidos como tales: los hijos ilegítimos de Alfonso XII y XIII: Mercedes Basáñez, Juana Alfonsa de Milán, Leandro de Borbón y María Teresa Ruiz de Moragas.
Demandas para ser reconocidos
En 1908, Alfonso Sanz y Martínez de Arrizalare presentó en Madrid un pleito ante el Tribunal Supremo. Pero a pesar de los esfuerzos, perdió en los tribunales al considerar el juez, en una sentencia dictada el 1 de julio de ese año, que "un monarca no estaba sujeto al Derecho Común", es decir que a un rey no se le podían reconocer hijos fuera del matrimonio.
De todas las supuestas infidelidades de los monarcas, sólo el fallecido este viernes, Leandro de Borbón, hijo de Alfonso XIII y la actriz Carmen Ruiz Moragas, consiguió en los tribunales, en 2003, que se le acreditara el apellido de la familia Real, aunque nunca el tratamiento y los derechos que se derivarían de su condición de infante.
Según el auto judicial histórico, Don Leandro pasó a ser "hijo de su Majestad don Alfonso de Borbón y Austria" y "como consecuencia de esta determinación de filiación paterna y conforme al Artículo 55 de la Ley de Registro Civil, ostentará en lo sucesivo los apellidos de Borbón Ruiz". "Es la primera vez, en el mundo y en España, que se reconoce a un hijo de Rey con todos los derechos inherentes a su persona", declaró sobre el fallo judicial Miguel Ángel Rabadán, el abogado que le llevó el caso.
Al igual que a sus antepasados, el rey emérito Don Juan Carlos, también se ha enfrentado a dos demandas de paternidad. Una presentada por el catalán Alberto Solá Jiménez fue rechazada a trámite, no así la de la belga Ingrid Sartiau Jiménez, que sí fue admitida por el Pleno de la Sala Civil del Tribunal Supremo.
La defensa de Ingrid siempre ha sostenido que su cliente no reclama títulos, ni un lugar en la línea de sucesión al trono, ni dinero. Sólo quiere encontrar a su padre. En la demanda de paternidad se adjuntó un acta notarial firmada por la madre de la demandante, Liliane Ghrislaine Sartiau, de 80 años.
En ella asegura que tuvo una breve relación con Juan Carlos de Borbón -sin saber de quién se trataba hasta que se lo reveló el empleado del hotel donde se alojaban, según su relato- a finales de 1965. Fruto de ese encuentro con "un hombre de 31 años gentil, guapo, dulce y con los ojos azules", nació su hija en agosto de 1966, según la madre.