Tres balones de oro, tres Champions, una Liga y dos Copas del Rey. Muchos pueden pensar que Cristiano Ronaldo consigue todo lo que se propone. Irina Shayk se le puso entre ceja y ceja y ella cayó en sus redes. Pero el futbolista portugués no es un dios y a él también le dan calabazas.
El delantero de la Selección Portuguesa pisaba el césped para comenzar su entrenamiento. Pero esta vez lo hacía con una sonrisa de oreja a oreja y sin muchas ganas de pegarle patadas al balón. Más bien de mirar al público (y a la prensa) que le observaba desde la grada.
Tal y como muestra un vídeo de Noticias Cuatro, el futbolista tenía ganas de valorar a las mujeres que por allí se encontraban sin miedo a que sus palabras fuesen grabadas por otros medios de comunicación. "Muchas caras bonitas", decía el delantero en voz alta al resto de sus compañeros dirigiéndose a la grada sin ninguna vergüenza.
Escondido tras el banquillo, Ronaldo comenzó a señalar a la que más le gustaba. Una morena que bajaba la cabeza cada vez que veía que el jugador la señalaba como su próxima presa. Al ver que esta no reaccionaba, se dirigió a una rubia que estaba a pie de campo. Le dio dos besos y continuó con su vida.
Desde el programa de Cuatro han hablado con las dos jóvenes periodistas a las que Ronaldo se insinuó. Pero ya se sabe que el jugador no tuvo éxito con ninguna. La rubia dice: “Le dije que si se moría hoy yo era la que le hacía el boca a boca. Mejor darme dos besos primero”, comenta ante los micrófonos. La segunda, periodista alemana, rechaza cualquier proposición de Ronaldo y asegura que prefiere al sueco Zlatan Ibrahimović.
Un año y medio de soltería
Cristiano Ronaldo lleva soltero desde el pasado enero de 2015. Después de una relación de cinco años, el futbolista y la modelo Irina Shayk decían poner fin a su noviazgo que les había convertido en una de las parejas más poderosas del mundo a nivel mediático. Ella cruzó el charco y terminó en los brazos de Bradley Cooper. Él sigue sin encontrar el de nuevo el amor y se entretiene entre amigos y yates entre competición y competición.
Aunque ninguno de los dos quisieron hablar sobre la ruptura o hacer declaraciones públicas, la lista de rumores fue larga. Fuentes cercanas a la pareja comentaban a la revista Hello que los dos habían tenido una gran bronca en la víspera de Nochevieja y que Irina había salido corriendo de casa con destino a las Islas Maldivas. En estas islas paradisíacas lloró y pasó su cumpleaños sola. Una relación irreconciliable.