"Menos mal que mi hija no me presentó a 'Supervivientes'"
Virginia llegó al concurso culinario de TVE por casualidad y ahora le gustaría montar una empresa de catering.
1 julio, 2016 03:22Noticias relacionadas
Llegó a MasterChef por casualidad. El jurado simuló que la eliminaba en la gala 0. Sin embargo, después de dieciséis semanas de competición, la jerezana Virginia (39) se impuso este miércoles a Ángel en el reto final de MasterChef logrando así los 100.000 euros del premio, el Máster en el Basque Culinary Center y la publicación de su propio libro de recetas.
"Mi hija me presentó para quitarme de en medio una temporada. Tengo una hija de quince años y un día tras una discusión me dice: "A ver si te vas un tiempo y me dejas tranquila". Estaban echando MasterChef Junior y me inscribió. ¡Menos mal que me inscribió en MasterChef y no Supervivientes!", recuerdan en conversación con JALEOS.
"Fui al casting con mi hermana Raquel y pensamos que cuando termináramos, nos iríamos de tapas por Sevilla. Así nos quitábamos un día del medio de la casa. Como la familia no sabía cuánto duraría… Echábamos el día. Íbamos en ese plan", comenta.
Sin embargo, las dos fueron pasando los casting y finalmente llegaron a la gala 0. Fue allí donde Virginia sufrió una decepción. Su gemela se quedaba en el concurso, mientras ella se tenía que marchar. "Las dos veníamos ilusionadas. Y cuando le dieron el delantal, me alegré mucho por ella. Quería que viviera la experiencia por las dos. Y cuando me dieron el delantal y fue ella la que lo comunicó, me hizo mucha ilusión".
Aquello fue el principio de su victoria. "Las vueltas que da la vida....¡Aunque mucho trabajo por medio! El concurso siempre nos los planteamos partido a partido", reconoce la gaditana que ha logrado imponerse gracias a un menú con mucho sabor a Andalucía y que describía a la perfección su personalidad.
Técnico administrativa, Virginia ha trabajado toda su vida de comercial. "Le he vendido hasta cubitos de hielo a los esquimales", bromea. "He vendido de todo. Pero en los últimos cinco años que he estado de ama de casa, estuve trabajando de comercial en un catering. Entré en contacto con el mundo de la hostelería. Me sentí realizada porque formaban parte de los momentos más bonitos de las personas: bodas, comuniones, bautizos…".
Por eso ahora no es de extrañar que uno de sus objetivo sea montar una empresa de este tipo. "En su momento, no me pude dedicar, y ahora la vida me ha dado otra oportunidad. Quiero aprender mucho, prepararme, quiero estudiar y montar algo, siempre también con mi hermana. Algo de catering, un taller de cocina".
¿Y en casa le piden que les enseñe sus últimas recetas? "Por supuesto. Ahora me dicen: "mamá, hadme comida MasterChef. A mí me gusta mucho la cocina internacional. Y como vieron que nos dieron una clase de cocina mexicana…".