Eva Longoria tenía un "color especial" en la Global Gift que este domingo por la noche tuvo lugar en Marbella. Tal vez se deba a que Pepe, como todos le llaman ya a su recién estrenado marido, el empresario José Bastón, no paraba de hacerle carantoñas, cada vez que se le acercaba. "La mujer que ya no está desesperada", siempre bromea, apareció por hall del Hotel Don Pepe de azul oscuro casi negro, un vestido entallado, asimétrico, de Rosa Clará con hombro y cinturón joya y un maquillaje "muy flo" que la dignificaba. 

Su marido no fue el único en no separarse de su lado, su incondicional María Bravo, fundadora de Global Gift, allí estaba para que todo saliese redondo. Ella ha sabido rodearse de apellidos como Ruymi, Moshiri o Sinha, potentes familias de negocios que con sus aportaciones sostienen algunos de los proyectos que realiza la fundación. Y precisamente uno de estos proyectos hechos realidad, es la Casa Global Gift. La casita, ubicada en la mítica Jaime de Mora, es algo especial para Eva Longoria, que amadrinó el acto: "Ha sido una gran experiencia, me ha encantado conocer a las familias que estaban tan contentas porque no hay otro sitio así en Marbella, ni siquiera en el sur de España".

Precisamente durante la gala se proyectaron imágenes de la residencia de Global Gift que fueron muy aplaudidas. Y uno de los que no se cansaba de dar palmas era el diminuto Adrián Martín, que una vez más lo lleno todo y no paraba de decirle a Eva: "Eh tu! que eres mi novia y me voy a casar contigo". Y Eva le decía: "Claro que sí, a Pepe no le importa", entre risas. El niño veleño tiene "cautivada" a Eva Longoria desde que coincidieran en la gala de Global Gift en Madrid y donde, entre risas, el pequeño la pidió matrimonio a la actriz.

Pero el singular personaje no solo sedujo a la Longoria, el padre Ángel cuando subió al escenario de la gala explicó que iba a cambiar su discurso por la emoción que sentía por él "cuando llegue este niño se me enganchó al cuello para abrazarme y ya me ha partido el corazón. Tiene tanta dulzura que cuando se colgó de mis hombros sentí algo especial. Es pura sensibilidad".

Adrián recompensó tanta dedicación, cantando con India Martínez Noventa minutos, ¿y como no? Diciéndole también a India que iba a casarse con ella. Los mas de 300 asistentes a este evento celebraban cada palabra del niño mientras degustaron un menú elaborado por los chefs Diego Gallegos de Sollo, Óscar Velasco de Santceloni, Víctor Cariacedo del hotel Don Pepe y de un postre del maestro repostero Jean Phillippe Darcis.

La cena sumaba tres estrellas Michelín que se triplicaron cuando Eva Longoria y su "broder Nolasco" iniciaron una trepidante subasta para obtener más fondos. Una velada de ceros: desde 500 o 1.000 euros el cubierto según la categoría elegida por los propios comensales.

Pocas famosas  

La gala fue conducida en inglés y en español por el actor Amaury Nolasco y por la actriz Belinda Washington, que por un día dejó las tablas por una buena causa. Chenoa apareció con un tatuaje mas en su espalda y de rojo pasión: "Ya sabes, dijo a Jaleos, cada diez años que cumplo, me hago un tatuaje nuevo mas. Muy completa que soy... ahhh y por cierto no se te olvide decir que el vestido es de Hannibal Laguna, que si no luego me mata". Junto a ella, otros incondicionales de Marbella como Bárbara Rey, vestida de negro; Lorena Benal, Carmen Lomana que se va a Saint Tropez o Manolo Santana, que este año no ha parado de recibir homenajes junto a su esposa Claudia Rodríguez. La barriguita de Olivia de Borbón, toda de blanco inmaculado, fue la más comentada.

Y como no, a su marido Julián Porras se le sigue cayendo la baba cuando la mira. Durante la noche se entregaron cuatro premios por la labor solidaria a diferentes personalidades filantrópicas que trabajan en varias causas sociales: Karen Ruimy que fue distinguida con el Global Gift Humanitarian Award, Mássimo Gargia con el We Believe in People Award, Michel Issa con Global Gift Philanthropist Award y Maxi Johal que al que otorgaron el Global Gift Philanthropreneur.