La nueva 'estrella' del rey de las cervezas de Galicia
- José María Rivera ha tenido su primer hijo con Vega, la ex concursante de Operación Triunfo con la que se casó hace dos años. Él aportó a la pareja cuatro vástagos de un matrimonio anterior.
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Con la misma discreción que rodea la vida de la ex concursante de Operación Triunfo, Vega (37), ha llegado al mundo su primer hijo. A pesar de que la noticia se ha conocido a través de Instagram, poco se conoce del nacimiento, ya que no ha trascendido ni el sexo ni el nombre del bebé. Tampoco se sabe cuándo llegó al mundo, ya que el parto se esperaba en junio pero no se ha conocido hasta ahora.
Y es que la discreción y el hermetismo que rodea la vida de la compositora es tal que se conocen muy pocos detalles de su vida privada. Aunque la ex triunfita publique algunas imágenes de su vida en las redes sociales, nunca habla de su marido. ¿Quién es el padre de su primer hijo? ¿A qué se dedica?
Se trata de José María Rivera Trallero, accionista principal de la cervecera Estrella Galicia. El apellido Rivera es uno de los linajes del empresariado gallego y, como los dueños de Inditex, son sumamente prudentes.
A pesar de haber contraído matrimonio en segundas nupcias con la cantante, no es frecuente verle en actos públicos. Mientras que para la compositora cordobesa este bebé es su primer hijo, se trata del quinto para el empresario, quien ya aportó a la relación otros cuatro hijos fruto de su anterior matrimonio.
Una vida marcada por la muerte de su padre
La vida del CEO de CustomDrinks ha estado marcada por la muerte de su padre, cuando apenas tenía 12 años. "Tuve que aprender y vivir por mi mismo, aunque jamás olvidé sus consejos", confesó en una entrevista en un medio gallego. Además, de él heredó el amor por la empresa familiar. "Me hacía el enfermo para escaquearme del colegio y estar con él en la empresa", aseguró y añadió haber tenido mucha "proximidad" con su progenitor.
Proviene de una familia que, como él explica, es un matriarcado. Así, su abuela mantuvo durante años la presidencia del Consejo de la cervecera sin poseer ningún tipo de estudio y su madre se hizo cargo de su familia tras quedarse viuda con cinco hijos. "Nos trasmitió el valor de la familia y el amor por el legado de mi padre", explicó.
Rivera pertenece a la cuarta generación de su familia que dirige la empresa de bebidas espumosas Hijos de Rivera. Antes de tomar las riendas del negocio familiar hace ya 26 años, este coruñés se licenció en Derecho en el Madrid de la Movida, pero no estudió la carrera por vocación, "sino por intuición". "Era la formación que necesitaba para lo que quería hacer en el futuro", explicó.
Poco o nada amigo de los medios de comunicación, concede muy pocas entrevistas. Y menos si en ellas se habla de temas personales. Tampoco es muy activo en las redes sociales. A pesar de poseer un perfil en LinkedIn, no lo tiene actualizado. Sin embargo, en Facebook es más activo. Su imagen de perfil es totalmente corporativa: un jersey gris con la imagen de su cerveza. Además, también publica fotos de sus aficiones entre las que destaca el baloncesto.
Un montaje de varias imágenes de la final del Eurobasket entre España y Francia, es de las pocas fotografías que se pueden ver. Físicamente Rivera es una conjunción entre cantante indie y CEO del siglo XXI. Su look es desaliñado pero perfectamente estudiado. Tan cuidado como la barba de tres días que suele lucir.
Boda secreta en la Ribeira Sacra
La pareja contrajo matrimonio el martes 13 de mayo de 2014 en una finca de cuatro hectáreas en la Ribeira Sacra, concretamente en el municipio de Castro Caldelas, donde el grupo Hijos de Rivera tiene la bodega Ponte da Boga. A la ceremonia civil, que tuvo lugar al aire libre, asistieron 200 familiares y amigos y se celebró en una zona de difícil acceso, según indicaron los medios de comunicación gallegos.
Fue una boda campestre a la que los novios asistieron vestidos con colores luminosos. Él escogió para la ocasión un blazer beige y una corbata azul celeste. Ella, un vestido largo blanco de corte muy sencillo.
Tras el 'sí, quiero', tuvo lugar una comida ligera a base de pinchos, y después todos los invitados fueron en autobús hasta el embarcadero de A Abeleda para tomar dos barcos y disfrutar de las maravillosas vistas del cañón del Sil. Y, como todo en su vida, el destino de la luna de miel, no transcendió.