Es una de las transexuales más conocidas del país. Rompedora, rebelde, bella y provocativa. Thara Wells se echa el mundo por bandera y muestra su cuerpo cada vez que puede. No en vano trabaja en la Sala Bagdad de Barcelona, uno de los centros erótico más grandes y conocidos de Europa. Esta semana, no obstante, se quita la careta de niña mala y se pone al frente de Miss Trans Europe, un concurso de belleza en el que las participantes, además de guapas, tienen historias detrás.
"Travesti súper femenina, un volcán en erupción, quiero hacer de tus fantasías pura realidad". Esta una de las frases que usa Wells para anunciar sus servicios en internet. Porque en este caso cumple el tópico. Ya lo cuenta siempre si tapujos. Con su voz algo ronca, su cerrado acento brasileño –a veces no se la entiende siquiera- y los grititos graciosos que intercala entre risas, Wells no duda en dar detalles de su trabajo. Incluso de sus clientes: "De 35 a 50 años son los hombres que más buscan a una trans, algunos jóvenes lo hacen por morbo, pero normalmente son de esa edad".
Pero no todo ha sido fácil en su vida. Nació en una pequeña cuidad de Brasil, de la que tuvo que marcharse Lara sé quién era. "Mis padres querían que terminara los estudios y siguiera la carrera de Veterinaria", cuenta Wells en el libro 'El tercer sexo' (Ediciones B, 2007), del escritor y periodista Guillermo Hernaiz.
Se marchó a estudiar la carrera pero antes de emprender los estudios universitarios, decidió que era el momento de dar el paso, de hacer la transición. "Ser una mujer era excitante", recuerda una transexual que jamás ha hablado con sus padres de su situación. "Me quedé con las ganas de hablar con ellos. Yo quería ser una chica por más que ellos no lo aceptarán, quería ser como soy hoy. El tiempo fue pasando y lo dejé todo, me replanteé mi vida".
Escogió su nombre inspirada en una serie australiana de los 80. Tara Wells era una de las protagonistas de Retorno al Edén, seis místicos capítulos en los que Wells la identidad bajo la que se escondía una mujer en busca de venganza. Como la venganza de nuestra Thara (con hache), que ha demostrado que tras la verdad estaba el triunfo.
Su viaje a España fue el gran paso, el que le permitió una liberación que le ha permitido hacer lo que le apetecía de su vida. Incluso ofrecer servicios sexuales. Y así vive ahora, en Barcelona, entre la Sala Bagdad y los clientes de internet. Tiene tiempo libre, claro, momentos que aprovecha para leer, ir al cine, pasear y caminar mucho y pisar la playa si hace buen tiempo. Como buena brasileña.
Esta semana vive ajetreada, casi sin tiempo para nada, se pasa el día en el auditorio de Cornellá, donde el sábado 17 se celebra el concurso de belleza más importante del mundo transexual. Este mismo martes empiezan a aterrizar en Barcelona las participantes, todas ellas, como Wells, tienen duras historias que contar.