Miliki, payaso: "La televisión es un medio maravilloso que irá a mejor". Bueno, a mejor, a mejor… Pues no lo sé. Será según el cristal con que se mire. Lo que está claro es que, a estas alturas, poco más puede empeorar. Miliki no podía imaginar, cuando soltó esta frase, que su pequeñín del alma, el ínclito Milikito, acabaría dándoselas de pianista virtuoso y serio en El hormiguero 3.0.
Pero ahí está, dando ejemplo, y de los pésimos, el gran Milikito Aragón.
¡Ay, Miliki! Y lo que hubieses alucinado tú, junto a tus niños de 30 años y la gallina Turuleca, siguiendo este GH17 de tintes surrealistas que, más que ir a mejor, como tu añorada tele, empeora inadecuadamente cada jueves que pasa. Porque esto ya no lo arregla ni la Milá…
Lo llamaron "sorpasso" en directo. Pero se trató de un tongo. Otro más. Y en directo. Por la gloria de un notario, el de Telecinco, que en vez de título tiene una etiqueta de Anís del Mono. De otro modo no se entiende… Como tampoco se comprende que aún llame gente por teléfono para votar por su favorito. ¡Pero si todo esto apesta a tocomocho timofónico!
"Sorpasso", "sorpasso". Nada nuevo. Se piró Candelas. Y se libró la multiespídica Bárbara. Con los abucheos del público del plató de fondo. La malosa Bárbara. Esa Bárbara Rey de pega más falsa que un billete de tres euros. Ya tienen a la legionaria de este año. Bárbara contra todos. ¿Pero quién pone la pierna encima a esta videobloguera viejóvena? ¿Eh? ¿Quién?
"¡Esta noche me como la Nocilla, colegas!", gritó la tía. "¡Va por todos!". Pues eso. Que regresó la bruja a la casita de chocolate. Y las caras del personal, al verla de nuevo, eran un poema. Los únicos que se alegraron fueron Adara y Alain, el onanista, lo cual tampoco se entiende. Esta Bárbara resulta insoportable. Llevaba cinco minutos de vuelta y ya estaba chonichoneando a grito pelado con Bea. La mala malísima de este GH tiene vocación de almorrana catódica.
Pol. No. Pol, no. Pol y Miguel. Lo de Pol y Miguel resulta del todo incomprensible. Y postizo. Como un peluquín de felpa. ¿Por qué se han empeñado en convertir en celosa compulsiva y emparanoiada a la pobre Adara? ¿Era realmente necesario algo así? ¿Cuándo se dejarán de pamplinas y decidirán desmontar ese armario ropero de Ikea en el que se ocultan?
"Mi problema es que me pareces calculador", le soltó Adara a Miguel. Con razón. "Estás llevando un juego sucio. Os sobáis. Y a ti él te gusta desde el principio. Que se nota. Me parece sucio". Miguel y Pol, con este último llorando, acabaron repintados y disfrazados mientras se besaban, abrazaban y sobeteaban un poquito más. Momentazo friqui de la noche. Miguel, el doliente. Pol, el frustrante. Y Adara, la única concursante con un poco de cabeza y de dignidad.
Ni con el teletransporte cutre de Juasjuasjuás Vázquez. Ni con la tontuna del juego de las bolitas. Ni engañando a Antonio Orozco para que anime la noche. Ni con ese club de chichinabo acaba de funcionar esta edición. Igual estoy equivocado, como el genial Miliki, pero me da que este GH17 solamente puede ir a peor. Lo repito (un poco más alto): A PEOR.