El mundo Sálvame nos ha descubierto a grandes parejas que han protagonizado míticas peleas televisivas. Belén Esteban (42 años) y Olvido Hormigos (45), Lydia Lozano (55) y Kiko Hernández (40)…. Y cómo no, Mila Ximénez (64) y cualquier otro habitante del planeta tierra.

Sin embargo, desde que Laura Matamoros (22) participara en Gran Hermano VIP y se convirtiera en una habitual del programa de Jorge Javier Vázquez (46), su hermano Diego (30) saltó a la palestra y nos deslumbró por dos cosas: tener más pelo que su padre y ser igual o más chulo que él.

Diego Matamoros. Gtres

De tal palo tal astilla

Hijo de Kiko y de Marián Flores (59), Diego se ha convertido en el Luke Perry (49) de nuestra generación. Os puedo asegurar que si todavía fuese al instituto, yo ya habría forrado mi carpeta con su última portada en Lecturas. ¡Qué manera de mirar a cámara! Y esa forma de llevar la chaqueta en el hombro… ¿Se puede ser más noventero?

Diego Matamoros y Luke Perry.



Referencias nostálgicas al margen, además de un físico portentoso, el chaval también tiene un buen repertorio de pullazos (que no pullitas) para su progenitor. Para quien no lo sepa, Diego no consigue superar que, según él, su padre los abandonara. Y he aquí que Diego no ha encontrado mejor forma para liberarse de su dolor que poner a caldo a Kiko mediante los medios de comunicación. Sin perder la compostura, ni despeinar su preciosa y abundante cabellera, Diego es capaz de decir las siguientes lindezas sobre el hombre que le dio la vida: "Mi padre es un tipo muy difícil, es un machaque continuo vivir con él. No sé si es violento, pero es un maltratador psicológico. Me ha machacado a mí, a mi madre, a mi hermana mayor, a todos...", dijo a la revista Lecturas. En la misma entrevista, también aseguró creer que su padre yo no le quiere: "Él tiene sus prioridades. Nuestra relación ya no va a ser de amor. Si me pasa algo serio, a lo mejor se acerca, pero amor no creo que haya ya de nada".

Kiko y Diego en Sálvame Deluxe.



Sin embargo, como el dolor de algunos se calma con unos miles de euros en el bolsillo, Diego no ha dudado en sentarse más de una vez en un plató junto a su padre. De casta le viene al galgo. Sálvame Diario y Sálvame Deluxe han sido los escenarios en los que se han 'enfrentado'. Y sí, chulería no les falta a ninguno de los dos. Aunque claro, la juventud de Diego le hace ser bastante más impetuoso y fogoso. "He llorado mucho por culpa de mi padre", confesaba con gesto de "qué pasa nena" ante una impasible María Patiño (45).

Diego Matamoros con María Patiño en Sálvame Deluxe.

Padre no hay más que uno

Por su parte, Kiko se muestra más calmado y reacio a alzar demasiado la voz. Aunque hablar, habla. Y bastante. Tras las últimas declaraciones de Diego, el colaborador de Sálvame ha querido mandarle un mensaje: "No voy a contestar a lo que considero que son provocaciones y barbaridades. Si él entiende que está bien lo que hace me alegro por él". Aunque aclara que no se encuentra cómodo con esta situación: "No me resbalan estos comentarios, para mí es incómodo y me afecta todo esto".

Kiko Matamoros, visiblemente afectado.

Y es que bajo esa apariencia de portero de discoteca ucraniano, se esconde un hombre (o eso creemos) que llora cuando quiere que suba la audiencia o tener más minutos de primeros planos en Sálvame. Vamos, que ambos saben de lo que va el negocio. De ahí que aunque Diego gane en prepotencia y chulería a su padre, ambos empatan en inteligencia. ¿La razón? Han descubierto que el culebrón de los Matamoros es el nuevo Falcon Crest de las tardes de Telecinco. Que el drama no pare.

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Portada de la revista Semana.

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