La modelo necesita paz tras estallar la guerra con su ex Feliciano y Fonsi. Y que mejor lugar que Laponia a dónde se ha marchado este miércoles desde Madrid con su hijo y su madre, que se ha convertido en su mejor apoyo y defensa. Sonriente e ilusionada como si nada hubiera pasado hemos visto a Alba en el aeropuerto.
Alba este miércoles con su madre y su hijo en el aeropuerto de Madrid
Mientras su abogada, Teresa Bueyes, confirmaba en La Mañana de TVE que la modelo no ha pensado en ningún momento en aceptar la custodia compartida con el ex piloto y padre de su hijo. Tampoco este la ha solicitado a través de sus abogados. Si ha reconocido que su clienta lleva un par de años recibiendo 800 euros de pensión al mes y que ahora le había solicitado revisar el acuerdo. Ha negado también que vaya a emprender ningún tipo de acción legal contra Fonsi por lo que considera un cruce de whatsapp fruto de la discusión de una ex pareja. En algún de los cuáles este la habría amenazado de "muerte" si hablaba de él en la prensa.
Tras cinco años de silencio y buen rollo, este sábado estalló la polémica con el ex piloto cuando no pudo celebrar su cumpleaños junto a su hijo. El piloto no ha querido entrar nunca en polémicas y confía en el prestigioso bufete de abogados Zarraluqui que le lleva los asuntos referidos al pequeño. Estos consideran que la idea de Alba de pedir ahora el doble de manutención no tiene argumento y que su cliente cumple con lo establecido por ley. Antes del verano cuando estalló la noticia del divorcio Fonsi salió en defensa de Alba y dijo: "Tiene todo mi apoyo y lo tendrá siempre porque tenemos un hijo que es una preciosidad y va por encima de todo...". La modelo también confirmó entonces que asistiría a la boda del ex piloto con Marta Castro este próximo verano.
El tenista ha sido más duro y a través de un mensaje subliminal le ha dicho a su ex mujer que ahora es más feliz que cuando estaba con ella. Alba pidió el otro día en el juzgado que Feliciano reconozca que la fue infiel desde el primer día. La modelo podría estar negociando con un programa de televisión, sentarse y contar todas sus penas.