Rogelio Rengel, administrador de los bienes de Luis Olmo acusado de haberse apropiado de unos 15 millones de las empresas del periodista, ha reconocido este lunes que desvió algo más de 3 millones de euros, aunque no para lucrarse personalmente, sino para enjugar las pérdidas de la editorial Don Balón que controlaba.
En la sección tercera de la Audiencia de Barcelona se ha iniciado este lunes el juicio contra Rogelio Rengel, para quien la Fiscalía pide doce años y medio de cárcel por un delito continuado de apropiación indebida, alzamiento de bienes y falseamiento de cuentas por desviar fondos de varias sociedades que administraba, entre ellas las del periodista Luis del Olmo y su esposa.
El acusado ha admitido que desvió 3,7 millones de euros de las empresas del periodista para enjugar las pérdidas de la editorial Don Balón que administraba, sociedad que acabó en concurso de acreedores, aunque ha afirmado que para ello contaba con la autorización "tácita" de Del Olmo, debido a la estrecha relación personal que mantenían.
Por su parte, el periodista ha afirmado que tenía en Rengel una "confianza plena", la misma que podía tener en sus hijos, dado que le conocía desde hacía más de 40 años, por lo que ni siquiera le pedía que le rindiera cuentas por la administración de sus bienes.
Según ha explicado Del Olmo, el acusado solía llevarle los documentos para que los firmara a la misma radio donde el periodista trabajaba, normalmente cuando estaba en marcha una entrevista importante que no podía interrumpir, y él se limitaba a estampar su rúbrica en ellos sin tener ocasión de leerlos.
Luis del Olmo, que como acusación particular pide 25 años de cárcel para el procesado, ha explicado que fue el propio Rogelio, con el que tenía una estrecha relación personal, quien le propuso administrar sus bienes, lo que el periodista aceptó de inmediato al parecerle una persona "tan decente y tan honesta", ha explicado él mismo ante el tribunal.
"Tenía una confianza tan ciega en él...", ha insistido el veterano locutor radiofónico, que en declaraciones a la entrada del juzgado ha asegurado que no tiene "ninguna esperanza" de recuperar las sumas sustraídas.
Según ha relatado Del Olmo, fue en agosto de 2011, a raíz de la detención del procesado, cuando supo que el que él consideraba su 'hermano' le había "robado" dinero porque la esposa de éste acudió a casa del periodista para confesar que se había apropiado de unos seis millones de euros, suma que luego ascendió hasta los 15 millones.
Modus operandi
La Fiscalía acusa al procesado de haber estafado no sólo al matrimonio Del Olmo sino a otras personas de su confianza cuyos bienes estuvo administrando, quedándose presuntamente con una parte del dinero correspondiente a las inversiones que gestionaba.
Según el ministerio público, el dinero desviado fue destinado al "patrimonio y negocios" del procesado, sostiene la Fiscalía, que acusa a Rogelio R. de haberse apoderado de 8,9 millones, extraídos de las cuentas bancarias de la sociedad Producciones Lumer, y de otros 5,4 millones correspondientes a la Sociedad Profesional de Periodismo.
Para perpetrar el desvío, añade el ministerio público, el procesado enmascaraba las salidas de dinero como inversiones y, desde el año 2006, duplicaba los impuestos de sociedades e IVA, consiguiendo que Luis del Olmo firmara los cheques correspondientes pese a ignorar el fraude.
El ministerio público cree que el procesado destinó los fondos desviados a "fines propios", entre ellos a solventar las necesidades económicas de la Editorial Don Balón que administraba, sociedad que acabó en concurso voluntario de acreedores en diciembre del año 2011.