Dicen que un niño viene con un pan debajo del brazo. En el caso de Jaime Cantizano (45 años) se puede decir que también lo hizo con un punto de estabilidad. El pequeño Leo se ha convertido en un pilar indiscutible de la vida del presentador, quien aseguró durante su presencia en El Hormiguero que su vida “ha dado un giro radical”.
“Son ya dos años los que llevo con él. Leo es una gota de agua respecto a mí, en lo bueno y en lo malo. Estoy descubriendo cómo pude ser de pequeño. Es increíble cómo te cambia la vida. Las prioridades cambian. Será que nos hacemos mayores”, valoró.
Hace menos de una década, su rostro era uno de los más conocidos en el panorama televisivo español. Sin embargo, desde la desaparición de DEC de la parrilla de Telecinco, Cantizano ha pasado a un segundo plano mediático, lo que ha servido para que en los últimos tiempos se hayan alimentado rumores sobre aspectos de su vida privada, como unos presuntos vaivenes en las relaciones amorosas e incluso una operación estética.
Todos estos asuntos animaban la visita del presentador jerezano a El Hormiguero este miércoles, especialmente cuando se iba a sentar en la misma mesa que Pablo Motos (45), todo un especialista en sacar el lado más íntimo y emocional de sus invitados. Con el presentador y locutor de radio, el punto de partida fue, cómo no, el gran momento profesional que atraviesa.
“Hemos cumplido un año y estoy muy contento y satisfecho. Las notas en la radio vienen cada tres meses y estoy muy satisfecho, pero nunca hay que conformarse. Me lo paso muy bien”, destacó Cantizano en relación a Por fin no es lunes, el espacio que conduce en la emisora Onda Cero.
Chocolate y ¿sexo?
Tras ese impasse, Motos intentó poner en un pequeño aprieto a su invitado. “He hablado con tu equipo y no me han dicho nada malo de ti. Solo he sacado que eres un desastre con los nombres”, una afirmación que el propio locutor confirmó. Tras esa pequeña confesión llegaron otras de un carácter mucho más íntimo. Para empezar, aspectos nutritivos: “No tomo azúcar, y sal solo la que viene en el producto. Tengo un amigo que no quiere venir a casa a cenar porque es muy triste a lo que se tiene que enfrentar: quinoa, etc.”, a lo que el conductor de El Hormiguero le espetó “eres asquerosamente sano”.
El hilo lo siguió el propio Motos preguntando a Cantizano si no tenía ningún vicio “ni siquiera el sexo”. Ahí, el jerezano puso un punto humorístico comentando que “he llegado a un punto en el que el sexo hay que contarlo un poco por semanas. El mercado está complicado para todo el mundo. Me estás presentando como un tipo raro. Por ejemplo, sí me gusta el chocolate, la gente odia el del 99% de cacao, es como chupar un cartón, pero me gusta”.
Ahí llegó el punto más álgido de una entrevista en la que Motos sólo consiguió arrancarle otro aspecto íntimo a su invitado de este miércoles, esta vez con protagonismo para su mascota: “Mi perra se come, literalmente, las esquinas de la casa. Un día incluso se llevó unas bragas de mi madre”, recordó entre risas.
El resto del programa transcurrió por una línea más habitual, salpicado de intervenciones de colaboradores como Jandro o El Monaguillo.
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