Su hija voló el pasado miércoles desde Ámsterdam, donde reside junto a su marido y a sus dos hijos, para estar al lado de su madre en los peores momentos de su enfermedad. Desde entonces no se ha separado de ella y oculta bajo unas enormes gafas y de riguroso negro ha llegado al tanatorio con sus tías, Encarna y Conchi.