Taylor Swift (34 años) se ha convertido en una de las grandes protagonistas de la semana. La cantante estadounidense ha emprendido acciones legales contra Jack Sweeney, un estudiante de la Universidad de Florida Central que se ha popularizado en redes sociales por publicar todos los detalles sobre los vuelos que la artista realiza con su jet privado.
En los últimos meses, Jack se ha convertido en uno de los grandes enemigos públicos de la cantante. Y es que este estudiante ha conseguido sacar los colores a Taylor Swift tras compartir con sus seguidores los detalles sobre los costes y los niveles de contaminación que generan todos los vuelos que la artista realiza habitualmente por Estados Unidos.
A través de una cuenta de 'X' (antes Twitter) que supera los 66.000 seguidores, el joven publica todos los detalles de los vuelos que realiza la cantante con su jet privado utilizando como referencia los datos públicos de la Administración Federal de Aviación (FFA) y las señales de transmisión del jet de la artista. Concretamente, un día después de que Taylor Swift completara su vuelo, Jack publicó un mapa con la ruta que había realizado, la duración del vuelo y las emisiones generadas.
Las publicaciones del estudiante han causado mucho revuelo en redes sociales. Han sido muchos los usuarios que han criticado a la cantante por los elevados niveles de contaminación que generan sus vuelos.
Y es que, en la actualidad, la de Pensilvania se ha convertido en una de las famosas que más polución emite, llegando hasta las 138 toneladas de CO2 durante tres meses. La cifra equivale, de media, a lo que contamina un ciudadano español durante 25 años.
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Según las informaciones publicadas por Jack Sweeney en su cuenta de 'X', el pasado 30 de enero la cantante utilizó su jet privado para viajar de Baltimor a Nasville emitiendo seis toneladas de CO2 y gastando casi 3.000 dólares en combustible. Tan solo un día después, la cantante cogió de nuevo su avión para hacer un trayecto de 13 minutos que tuvo un coste de 443 dólares en combustible y que emitió 0,8 toneladas de CO2.
La intérprete de Shake it Off, finalmente, ha emprendido acciones legales contra el joven al considerar que la información que publica pone en peligro su seguridad personal.
"Si bien esto puede ser un juego para usted, o una vía que espera que le proporcione riqueza o fama, es una cuestión de vida o muerte para nuestro cliente. [...] No existe ningún interés legítimo ni necesidad pública de esta información, más que acechar, acosar y ejercer dominio y control", han trasladado desde el equipo de abogados que defienden a la cantante.
El joven estadounidense, por su parte, ha mostrado su defensa alegando que utiliza datos públicos proporcionados por la Administración Federal de Aviación y que en ningún caso tiene como objetivo poner en peligro la seguridad de la cantante. En este sentido, ha mostrado sus críticas al equipo que rodea a la artista asegurando que creen que "pueden controlar a todo el mundo".
Ahora, tras la polémica, varios medios estadounidenses han confirmado que, en medio de la polémica, Taylor Swift ha vendido uno de sus jets privados. Se trata, nada más y nada menos, que de un Dassault Falcon 900 que adquirió gracias a sus ingresos en el año 2009.
Al parecer, según ha detallado la prensa estadounidense, la venta se llevó a cabo el pasado 30 de enero. Y aunque el precio que se podría haber llegado a pagar por esta aeronave podría haber ascendido hasta los 40 millones de dólares, el medio Daily Mail ha publicado que la cantante ha rebajado su precio hasta los 7 millones de dólares.
Sin embargo, no es la primera vez que Taylor Swift se deshace de uno de sus jets privados. Ya en el año 2020, la cantante vendió su Dassault Falcon 50 por 4 millones de euros.
La joven estadounidense se ha convertido en una de las mujeres del momento. Se estima que, por motivo de su gira The Eras Tour, la joven estaría aportando unos 5.400 millones de dólares al PIB de Estados Unidos.
Y no solo eso. Según datos de Billboard, la joven habría generado 590 millones de dólares solo con la venta de sus entradas. Además, otras plataformas como Celebrity Net Worth, especializada en las fortunas de los famosos, calcula que la fortuna de Taylor Swift estaría rozando en estos momentos los 600 millones de dólares.