Felipe de Borbón (48 años) decía a principios de agosto que el verano de 2016 estaba siendo "atípico" debido a la complicada situación política que vive el país. Pero lo cierto es que el propio monarca está siguiendo, una a una, todas las costumbres que componen sus veranos: posados oficiales, tiempo justo en Palma de Mallorca -el necesario para cubrir las actividades previstas-, viaje posterior a un destino desconocido para disfrutar de vacaciones privadas y una última tradición, menos conocida pero igualmente llevada a cabo, que no es otra que una distendida y relajada comida entre amigos en un curioso restaurante que no se caracteriza precisamente por el lujo y la exclusividad.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la cita se produjo en las mismas fechas que en años anteriores: a principios de mes, aunque las pruebas gráficas de aquel almuerzo se han desvelado ahora. El rey Felipe se dejó fotografiar, como hace cada año, junto a sus amigos, sin pensar en ningún momento que la imagen iba a trascender, sino que únicamente serviría para adornar las paredes del establecimiento como ha ocurrido en las otras ocasiones.
Pero uno de los asistentes hizo llegar a la periodista Mónika Vergara (Esdiario) la misteriosa fotografía, tomada durante la larga sobremesa en la que los ocho comensales, entre ellos el cantante y amigo personal de don Felipe Jaume Anglada (43), disfrutaron de algunos licores digestivos.
Este medio ha podido confirmar que se trata del mismo local al que ha acudido en las informales reuniones de otros años, que no es otro que el Bar Nitos, un asador de pollos situado en la avenida Joan Miró de Palma de Mallorca, un lugar al que es asiduo tanto el rey patrio como su amigo Anglada. Éste, incluso, llegó a dedicar una canción al dueño del establecimiento en una de sus anteriores visitas.
El restaurante, especializado en comidas caseras, es, pese a su modestia y sencillez, uno de los favoritos de famosos como Bonnie Tyler, Kyril de Bulgaria y la cantante Mari Trini. Hasta allí se han desplazado además otros miembros de la familia del rey como las infantas Elena (52) y Cristina (51).
Entre las especialidades que pudieron degustar el monarca y sus acompañantes se encuentran la ensalada de pollo, las costillejas al horno adobadas con especias, las berenjenas rellenas, el lomo con col, y el frito mallorquín. En ocasiones el dueño se arriesga con platos internacionales como el pollo al curry, las albóndigas suecas, o el goulash.