Victoria Federica, el ojito derecho de la infanta Elena, cumple 16 años
La sobrina del rey ya podrá acudir a los toros sin que su presencia sea motivo de polémica.
9 septiembre, 2016 01:07Noticias relacionadas
Dicen que de tal palo tal astilla, y en el caso de la hermana del rey y su hija menor se cumple a la perfección. Desde la emblemática trenza hasta las aficiones deportivas, madre e hija comparten mucho más que parecido físico. Mientras Felipe Juan Froilán (18 años), el primogénito del clan, siempre fue el más rebelde, Victoria Federica ha crecido serena y con un punto introvertido muy similar al de la infanta.
El pelo recogido es el mayor sello de Elena de Borbón (52) y desde muy pequeñita su hija también se ha caracterizado por aparecer con ese peinado y ya casi nos resulta imposible imaginárnoslas sin ella. Pero en el aspecto estético no es lo único que les une. La figura demasiado esbelta de Victoria, heredada también de su progenitora, ha sido portada de diferentes medios extranjeros en los últimos años. El diario alemán Bunte publicó que "las piernas increíblemente delgadas" de la niña estaban escandalizando en España, y este verano volvió a saltar la polémica tras que de nuevo un periódico germano criticara la delgadez de sus brazos, pero esta vez el padre de la protagonista respondió a los medios. Jaime de Marichalar (53) explicó: "Es muy parecida a mi madre y a mi hermana, que a la edad de Victoria también tenían ese cuerpo larguirucho. Y aunque comieran mucho nunca engordaban".
Quien también ha aparecido en los medios hace unos días ha sido la propia infanta, que la semana pasada sufría una caída del caballo mientras entrenaba en el Palacio de la Zarzuela y consecuencia del accidente se lesionó una muñeca. Precisamente la equitación es el deporte más amado por madre e hija. Victoria, que ha crecido rodeada por la pasión por los caballos, ha seguido los pasos de Elena de Borbón y aleccionada por ella se ha convertido en toda una amazona que ya domina a la perfección los saltos y los equilibrios encima del animal.
A tanto llega la fascinación de la hermana de Froilán por los caballos que su madre pensó en todo cuando decidió el colegio en el que estudiaría su niña. Escogió nada menos que el Mayfield Saint Leonard's College, un internado londinense que cuesta 35 mil euros el curso. Pero lo bueno de ese precio es que le permite a su hija disfrutar de instalaciones de lujo: piscina de 25 metros, estudio de danza, diversas pistas de atletismo, baloncesto o hockey, y lo más importante para Victoria Federica, las zonas ecuestres.
Otro animal que también forma parte de las aficiones de la nieta de don Juan Carlos es el toro. Como ocurre con su madre y con su abuelo, a ella le encanta disfrutar desde la primera fila las hazañas de los toreros en plena corrida. La presencia de la menor de los Marichalar Borbón en la plaza de toros de Mallorca a principios del mes de agosto estuvo envuelta en la polémica porque aún no había cumplido los 16 años que precisa la ley balear para asistir a eventos taurinos.
Victoria Federica, al igual que su madre y su hermano, se declara gran seguidora del diestro Enrique Ponce, nombre que aparecía en el cartel de esa tarde en Mallorca, la primera aparición del matador en la isla tras 30 años de profesión. Quizá esa especial ocasión motivó la presencia de la hija de la infanta sin pensar en consecuencias legales. Después también se les vio en los palcos de la plaza de San Sebastián, pero allí, como en la mayoría de lugares en España, la presencia de menores está justificada siempre que vayan acompañados de un adulto.
Aparte de lo que le une a su madre, Victoria tiene más aficiones y gustos propios que conforman su personalidad. Una de ellas es su amor por la música, de hecho, es una virtuosa del piano, aunque solo reserva su don para actuaciones íntimas entre familiares y amigos. Pese a que pueda parecer que deba gustarle la música clásica, la hermana de Froilán prefiere el ritmo de Juan Magán, al que ha ido a ver en directo en alguna ocasión. Otro de sus amores es su perro, un Fox Terrier que fue un regalo de su madre hace ya varios años. Y aunque es una chica a la que no le hace especial ilusión ir de shopping, sus prendas favoritas pertenecen a las marcas GAP o Kipling, firmas de ropa muy casual-deportiva centrada en gente joven.