Carlos Lozano (54 años) pudo haberlo dejado todo por amor. Eso es, al menos, lo que él aseguraba hace tan sólo unos días, cuando desvelaba una curiosa proposición que recibió cuando se alojaba en el hotel Juan Carlos I de Barcelona, propiedad de la Familia Real saudí desde su construcción en el año 1992.
Presentaba entonces Operación Triunfo I. Según su propia versión, una noche llegó al hotel y desde recepción le informaron de que la princesa dueña del establecimiento le invitaba a una de sus fiestas en la planta superior.
"Venía cansado del programa, eran las 2 de la mañana y no fui. Al día siguiente, la princesa, que era un pibón, vino hacia mí acompañada de su séquito y me saludó. Hablaba español y me dijo que era una admiradora mía que me seguía por el canal internacional y que le gustaría que me fuera con ella primero a Aspen (Colorado) y luego a su casa, en Arabia Saudí, pero le dije que no. Ni siquiera intimé con ella. Ahora lo pienso y me tenía que haber ido con ella. Nunca más la volví a ver", confesaba recientemente en Sálvame Deluxe sin llegar a desvelar nunca el nombre de la otra protagonista de la historia.
El hotel ha aportado a EL ESPAÑOL ciertos datos que vendrían a corroborar que, ya entonces, el establecimiento pertenecía a la familia real saudí, encabezada por el ministro de Medio Ambiente y príncipe Turki Bin Nasser Bin Abdulaziz Al Saud (68).
Turki Bin Nasser se casó con una sobrina del rey Abdullah bin Abdul Aziz a la que, por cierto, siempre agasajó con lujosos regalos como un Rolls Royce de más de 200.000 euros y un Boeing privado para transportar las bolsas de sus jornadas de compras, entre otras atenciones, según publicó Brian Whitaker en su libro ¿Qué sucede en Oriente Próximo?
También es cierto que la familia posee propiedades en Colorado, donde suele viajar uno de los hijos de Bin Nasser a esquiar junto a sus amigos y donde se dejan la friolera de 118.000 libras por viaje de media.
Aunque la autora de la proposición a Carlos Lozano bien podría ser la esposa del príncipe, lo cierto es que otra princesa se suma a la terna de pretendientas: una de las hijas de Turki bin Nasser, concretamente Lama bin Turki, millonaria y conocida por sus habilidades hípicas.
De hecho, su relación con España la convierten en una firme candidata, pues Luis Astolfi (56), amigo de la infanta Elena (52) suele entrenar a la joven de tez morena que, a juicio de la descripción de Lozano, bien podría encajar por su atractivo físico y los escotados y provocativos looks que suele lucir cuando no está compitiendo.
La princesa se aleja bastante de las estrictas directrices de su país: fuma, luce pantalones y en lugar de la vestimenta exigida y gasta sin reparos en la considerable cuadra que posee. Moderna y cosmopolita, Lama bin Turki podría encajar en los gustos del ex presentador de Televisión Española.