Doce horas de trayecto, 10.781 kilómetros y ningun foto del primer vuelo oficial de Felipe VI (49 años) y la reina Letizia (44) a Asia. Los reyes han viajado a Japón acompañados del ministro de Exteriores Alfonso Dastis, las secretarias de Estado de Comercio e Investigación María Luisa Poncela y Carmen Vela, y el personal de servicio de la Casa Real. Esta vez, los periodistas que cubren la información de los monarcas no han viajado en el mismo avión como ha ocurrido en otras ocasiones.
Acompañados de algunos de los máximos representantes de las organizaciones empresariales españolas, Felipe y Letizia han tenido una intensa agenda con los emperadores de Japón, empresarios interesados en España y representantes de la comunidad científica del país nipón. Había muchos temas que tratar en el largo vuelo (12 horas) hasta Tokio, un intenso viaje que se vio reflejado en el rostro de la reina, en el que se podía intuir el cansancio.
[Lea aquí: El agotador viaje de 12 horas a Japón, reflejado en el rostro de Letizia]
Pocos pueden presumir de haber viajado y conocido los 'secretos' de los 'Air Force One' españoles, la flota del 45 Grupo del Ejército del Aire dedicado al transporte de autoridades y misiones especiales. El Airbus A-310 en el que los reyes de España han viajado a Japón es un avión VIP. Como tal, tiene unas comodidades muy superiores a las de cualquier avión de clase turista. Con 62 plazas de primera clase, sus asientos son de piel color beige, anchos y mullidos. Entre sus amplios pasillos se pueden montar corrillos e impovisar reuniones a cuatro ya que dispone de mesitas de reunión.
Pocas veces el rey emérito compartió fotos al estilo 'Obama' en el 'Air Force One español' reunido con los miembros del Gobierno y la Casa Real, pero existen algunas como una del viaje a Moscú en 2012, poco después de ser operado de la cadera. Aquella vez Juan Carlos I estuvo acompañado de una delegación de empresarios y los entonces ministros de Industria, José Manuel Soria; de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el exjefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno. En 2015, Felipe VI siguió sus pasos haciendo públicas algunas imágenes de un viaje oficial a Francia, en las que se le pudo ver trabajando en el interior del avión. La imagen que todavía no hemos podido ver es la de la reina Letizia durante alguno de sus vuelos oficiales.
Dormitorios, duchas y una sala de reuniones
El avión en el que Felipe y Letizia pasaron hasta 12 horas es uno de los más cómodos y seguros de la flota del Ejército del Aire. Quienes han podido acceder alguna vez al avión que ha presenciado algunas de las conversaciones más importantes de los últimos años, lo describen como lujoso, cómodo y funcional. Es como una pequeña sede oficial en el aire. Enmoquetado y con paredes de madera, el A-310 dispone de un salón con mesa para reuniones en la parte trasera así como una cocina propia. También dispone de duchas y hasta dos dormitorios en los que posiblemente los reyes habrán podido descansar y refrescarse antes de aterrizar en Tokio, donde los emperadores Akihito y Michiko les tenían preparado un cálido recibimiento y una intensa agenda.
Los viajes oficiales como este último de los monarcas a Japón requieren de una cuidada organización meses antes, además de un complicado dispositivo de seguridad que garantiza la integridad del Jefe de Estado y los ministros. El A-310 dispone de un sofisticado sistema electrónico que incluso localizaría un misil lanzado contra la aeronave y lo desviaría.
Los dos Airbus A-310 entraron en la flota del Ejército del Aire en el año 2003. Alcanzan un peso de 157.000 kg al despegar y pueden recorrer hasta 12 horas de vuelo sin necesidad de parar a repostar, justo el tiempo que se tarda en llegar a Tokio desde Madrid. Uno de estos dos aviones se utilizó para el traslado del misionero infectado de ébola Miguel Pajares desde Liberia a España en el año 2014. El avión se aisló para evitar el contagio al resto de la tripulación y se instaló una compleja unidad médica especial en su interior.