Javier López Madrid, el 'peligroso' compi yogui de Felipe y Letizia
El escándalo de las tarjetas black, la denuncia de una dermatóloga por acoso, la financiación del PP y, ahora, el pago de comisiones a Ignacio González. Son algunas de las tramas que han precipitado el declive del que fuera amigo de la reina consorte.
21 abril, 2017 18:09Noticias relacionadas
Javier López Madrid (49 años) encadena escándalo tras escándalo mientras pone en marcha un ventilador que salpica a todo el que está alrededor, incluidas sus amistades, entre las que se cuentan los reyes de España. La última bomba informativa, conocida este viernes, caía como un jarro de agua fría en el entorno del empresario: la Guardia Civil le detenía el jueves por la noche en el marco de la Operación Lezo y le acusaba de haber pagado un millón de euros en comisiones a Ignacio González (56), expresidente de la Comunidad de Madrid, por la adjudicación de una obra de la compañía OHL.
[Lea aquí: Javier López Madrid, detenido por el presunto pago de una comisión de OHL a González]
López Madrid es consejero de dicha empresa gracias seguramente a su condición de yerno del presidente de la compañía. Está casado con Silvia Villar Mir, hija de Juan Miguel Villar Mir (86) y amiga de la infanta Cristina (51). Las dos mujeres tienen además en común dos esposos, dos yernos ilustres, que se han visto cara a cara con la Justicia. La detención del empresario impacta de lleno en la imagen de OHL, cuya plantilla en estos momentos colabora en los registros de la Guardia Civil, pero también torpedea las relaciones personales del que fuera íntimo del actual rey de España.
El origen de la amistad con Felipe VI
Entre esas amistades destacan la que mantiene con Felipe (49) y Letizia (44). La relación se remonta a cuando ambos eran sólo unos niños y estudiaban en el colegio Los Rosales. Tras un safari en Kenia, en los años 90, se hicieron íntimos e inseparables. Juntos solían acudir a eventos sociales y compartían vivencias y confidencias, entre las que se incluyen sus relaciones amorosas.
Tanta era su confianza que frecuentemente viajaban juntos -en 1999 fueron a la India y a ellos se unió la modelo noruega Eva Sanumm (41)-. La amistad iba más allá y el empresario llegó a dar cobijo al rey en su domicilio madrileño de Puerta del Hierro para que éste se encontrara con alguna de sus parejas. Así ocurrió con Gigi Howard (46) o con la propia Letizia, hoy reina consorte.
Un mensaje, el principio del fin
La amistad se afianzó precisamente con la llegada de la periodista asturiana a la vida del entonces príncipe. Letizia entabló amistad con la esposa de López Madrid y pronto se hicieron compañeras de conciertos y de yoga, actividad que practicaban en casa de López Madrid. Estas aficiones y los viajes conjuntos -en 2004 los cuatro fueron a Bahamas- unió a las dos parejas hasta el punto de que cuando saltó el primer escándalo del empresario la reina le apoyó sin fisuras y cerró filas en torno a él. Lo hizo mediante un controvertido mensaje, enviado en octubre de 2014 -cuando Felipe y Letizia ya estaban en el trono- que salió a la luz y dio al traste con la relación. De hecho, se convirtió en el punto de inflexión de una amistad hasta ese momento inquebrantable.
"Te escribí cuando salió el artículo de los de las tarjetas en la mierda de LOC y ya sabes lo que pienso, Javier. Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde. Un beso compi yogui (miss you!!)".
[Lea aquí: López Madrid, el 'compi yogui' de Letizia y amigo de Felipe VI]
[Lea aquí: Letizia a López Madrid: Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Los demás, merde"]
Ocurrió nada más salir a la luz el escándalo de los beneficiados por el uso irregular de las tarjetas black de Caja Madrid, en el que López Madrid comenzó a ser investigado. Sería a raíz de este asunto cuando el empresario habría pedido asesoramiento a la agencia de Comunicación en la que trabaja el padre de la actual reina de España.
Al caso de las tarjetas y al de las comisiones de OHL, destapado esta semana, se suma un turbio escándalo en el que no faltan morbosos ingredientes como el acoso sexual y los apuñalamientos. Todo ello trufado con ciertas dosis de patetismo aportado por las denuncias cruzadas entre los dos contendientes, que coparon portadas durante meses, los que siguieron a la trama de las tarjetas black.
La dermatóloga Elisa Pinto denunciaba a López Madrid por acoso, amenazas y coacciones, mientras él hacía lo propio en otro juzgado de la capital. La doctora, además, llegó a asegurar que había sido apuñalada a raíz de los conflictos que mantenía con el empresario. El caso siguen en los tribunales, a la espera de que se diluciden las responsabilidades y las consecuencias legales del litigio, aunque todo apunta a que la médico quiso inculpar al empresario y montó un complejo sistema para llevar a cabo su propósito.
Por si todo esto fuera poco, la Operación Púnica también manchó a López Madrid, el compi yogui de Letizia. El pago de comisiones al Partido Popular y la presunta financiación del grupo de Madrid le ha ido cercando en los últimos tiempos. Tal y como desveló EL ESPAÑOL en su día, el empresario hizo entregas de dinero para financiar las obras de reforma de la primera planta de la sede del partido en la calle Génova. Los pagos en metálico se realizaron a altos cargos de la formación.
La puntilla la ponía su detención este jueves por la noche con su detención por una nueva hornada de comisiones pagadas, esta vez en el marco de la Operación Lezo, y esta vez para permitir un contrato millonario del tren de Navalcarnero que la Comunidad de Madrid otorgó a la empresa del suegro de López Madrid.
La sucesión de escándalos ha hecho que Zarzuela implante una estrategia de cortafuegos similar a la que puso en marcha a raíz del Caso Nóos que salpicó a los exduques de Palma. Según las últimas informaciones, la relación entre los reyes y López Madrid es ahora más fría y distante que nunca. Apenas existe contacto entre ellos y lejos quedan los bailes que compartían la reina Letizia y Silvia Villar Mir durante los conciertos a los que solían asistir juntas. El matrimonio López Madrid Villar Mir ni siquiera fue invitado a la última edición de los Premios Princesa de Asturias en Oviedo.
[Lea aquí: Así son Juan y Silvia Villar Mir, los herederos de OHL]
La distancia entre ellos es, además, física. Pues la oleada de polémicas y escándalos de López Madrid así como el cerco que le estrechaba le abocaron a poner tierra de por medio hace unos meses. Hasta ahora residía en Londres, donde ejercía de presidente de Ferroglobe hasta el mismo momento de su detención. Horas antes de la misma, el compi yogui de Letizia volaba rumbo a Madrid.
Otras amistades peligrosas de Felipe VI
Otro de los amigos del rey actual que se vio truncada por culpa de los asuntos judiciales era el regatista olímpico Kiko Sánchez Luna, oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Su gestión como concejal de Alicante entre 2007 y 2011 le llevaron ante la justicia y fue condenado a dos años y nueve meses de cárcel por cochecho, prevaricación y falsedad a cuenta de una adjudicación de un proyecto en 2009. Además, también se vio envuelto en otro caso de fraude fiscal en Alicante por el que fue imputado.
Los amigos fieles del rey
Al margen de problemas legales, Álvaro y Ricardo Fuster también forman parte de la camarilla del rey Felipe y constituyen los guardianes de sus secretos. Su amistad se ha cimentado más sobre los asuntos de índole personal e íntima, como las relaciones del monarca con diversas mujeres, entre las que se encontraba Eva Sannum. De hecho, los hermanos poseen varias fincas e importantes fortificaciones en diversos puntos de la geografía española, como el pantano de San Juan o el del Burguillo, en Ávila, donde frecuentemente acudía el actual jefe del Estado a fin de encontrarse con la que entonces era su pareja.
Los Fuster siguen siendo, a día de hoy, grandes amigos de Felipe VI, sobre todo Álvaro. No en vano los reyes acudieron a su boda con Beatriz Mira en el año 2012.
En la lista de los más leales figuran otros nombres, además de los hermanos Fuster. Entre ellos se encuentra el cantante Jaume Anglada (44), a cuyo concierto en Palma acuden cada año los reyes y sus hijas durante las regatas y que ahora se ha lanzado a la aventura musical a medias con la actriz Carolina Cerezuela (37). También destaca Pedro López Quesada, marido de Cristina de Borbón Dos Sicilias -muy amiga de la infanta Cristina por cierto-, así como Juan Ignacio Entrecanales (52).