Guerra entre los hermanos Borbón-Parma por un busto de mármol de 3 millones de euros
Moribundo y arruinado, Sixto de Borbón-Parma ha sacado fuerzas de flaqueza para intentar vender una obra de arte familiar que le ha vuelto a enfrentar judicialmente a sus tres hermanas.
17 junio, 2017 01:45Noticias relacionadas
Decía Pierre Augustin de Beaumarchais que nunca hay que mirar de dónde vienes, sino a dónde vas, pero el príncipe Sixto Enrique de Borbón-Parma (76 años) siempre se ha visto atrapado entre el pasado y el futuro. Sin embargo, su presente está pendiente de un hilo. El noble está gravemente enfermo en un hospital parisino y prácticamente arruinado, a pesar de haber heredado varios castillos de su madre, la duquesa Madeleine de Parma, entre ellos, el de Lignières, donde reside habitualmente.
Por si esto no fuera suficiente, se ha recrudecido el histórico enfrentamiento entre sus hermanas, las princesas María Teresa (84), Cecilia (82) y Nieves (80), a causa de la venta de un valiosísimo busto de mármol de Carrara de su antepasado, el famoso Juan Bautista Colbert, ministro de su otro antecesor, el rey Luix XIV de Francia, realizado por el escultor Antoine Coysevox. La obra de arte, valorada en 3 millones de euros, tenía que haber salido a subasta el pasado 27 de marzo en Christie’s, lo que hubiera paliado en gran medida las quebradas cuentas corrientes de Sixto de Borbón-Parma.
Pero no pudo ser. Una orden judicial de sus hermanas lo evitó. El equipo de abogados de las princesas consiguió retirar a tiempo de la subasta esta prestigiosa obra que, en estos momentos, se encuentra depositada en un lugar seguro al que no tiene acceso ningún miembro de la familia. El motivo por el que las princesas han decidido dar este paso es un problema que viene de lejos, desde la muerte de su madre, la duquesa Madeleine, en 1984.
En su testamento, la duquesa Madeleine mejoró sustancialmente a su hijo Sixto y, desde entonces, él y sus tres hermanas se han enfrentado varias veces en los tribunales, ya que las princesas reclaman una parte de la sucesión, que se estima en un millón y medio de euros, por sentirse lesionadas en la gestión del reparto de la herencia. En el 2001, la justicia francesa dictaminó en favor de ellas, pero Sixto nunca pagó su parte porque poco a poco fue dilapidando su cuantiosa fortuna.
Sixto de Borbón-Parma siempre ha sido la oveja negra de la familia. Al enfrentamiento de sus hermanas también hay que añadir el que tenía con su hermano Carlos Hugo, fallecido en Barcelona en 2010, porque ambos se consideraban herederos al trono español por la vía carlista, ya que ambos son descendientes de Felipe V.
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